Este desinfectante hasta se lo puede comer

Cerebros de la Universidad de Concepción lograron desarrollar un producto que, aparte de eliminar el 99,9% de las bacterias, no necesita volver a enjuagar un producto para consumirlo. Además, no modifica sabor ni propiedades de los alimentos.

Fueron más de tres años de investigación a partir de la tesis de magíster en Microbiología de la Universidad de Concepción de Luis Aguilar, así comenzó el proceso de creación del desinfectante de alimentos no tóxico para consumo humano: Dacetix.

El producto, mejorado en el proyecto Fondef-VIU, apunta a combatir los patógenos desde la gran industria hasta la comida diaria que se consume en cualquier hogar.

Según Aguilar, "permite que la industria alimentaria pueda aplicarlo sobre las superficies en contacto directo con los alimentos (bandejas, correas transportadoras) como sobre los alimentos, por lo que se propone que se utilice durante el proceso productivo; de esta forma pueden disminuir los tiempos de limpieza, el consumo de agua y disminuir la reaparición del patógeno".

"La innovación radica en ocupar compuestos seguros, que en sinergia pueden actuar contra micro organismos. Esto hace que el producto pueda entrar en contacto con el alimento e ingerido sin ningún problema", añade el experto.

Sobre el sabor de la comida, detalló que "se hicieron pruebas donde no hubo cambio de sabor ni de textura. Incluso, nosotros como equipo lo consumimos con lechuga, pollo y salmón, y hay total seguridad para que salga al mercado".

Sobre la forma de uso, el investigador explicó que el alimento se puede sumergir o rociar con el desinfectante, sin necesidad de tener que lavarlo de nuevo antes del consumo.

Pega asociada. El equipo tras Dacetix lo componen también las investigadoras Nathaly Ruiz-Tagle y Marjorie Obreque, junto al asesor comercial, Lucas Rebolledo.

Ahora, el desinfectante está en etapa de conseguir los permisos sanitarios suficientes para entrar al mercado.

El trabajo de indagatoria científica se realizó en el laboratorio de Biopelículas del Centro de Biotecnología, donde el jefe de la unidad, Homero Urrutia, apuntó que "las metodologías de microbiología en general, que ofrece el laboratorio, permite que las buenas ideas puedan ser impulsadas, al menos a una etapa piloto".

Por su parte, David Contreras, director del Centro de Biotecnología del Campanil comentó que "la misión del Centro es realizar ciencia aplicada para que solucione el problema de las personas, donde tenemos una dedicación regional y nacional".

Aplicación exitosa en la práctica

Dentro de los resultados obtenidos en el proceso investigativo de laboratorio, se logró determinar que:

1. En arándanos no inoculados (se probó sin agregarle más microorganismos) se controló el 100% de la pudrición al cabo de 21 días.

2. En arándanos inoculados con Botrytis cinerea en condiciones de packing (4°C) se controló el 100% de la incidencia (enfermedad) al cabo de 42 días.

3. En ciruelas inoculadas con Botrytis cinerea en condiciones de packing (4°C) se controló el 90% de la incidencia al cabo de 42 días.

4. Controla el 99,999% de las bacterias L. monocytogenes, E. coli y Salmonella spp. Presentes en vacuno, pollo y salmón; almacenadas en frio.

5. Controla el 99,9% de las biopelículas producidas por L. monocytogenes, E. coli y Salmonella sp.

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