El 2 de febrero, Leslie Vergara falleció tras someterse a una operación estética en Las Condes por parte de tres personas que hoy se encuentran detenidas. Javiera entregó nuevos datos de cómo trascurrió el momento en que fue a buscar a la víctima al recinto ilegal.
El fin de semana tras personas quedaron en prisión preventiva por el homicidio de una mujer de 32 años, Leslie Vergara, en una clínica clandestina en Las Condes, el pasado 2 de febrero.
La víctima llegó al recinto estético para realizarse un implante en su glúteos. El lugar había sido clausurada en 2019 y el personal operaba con títulos profesionales falsificados. Además, se detectó que uno de ellos intentó ocultar evidencia relacionada a la sustancia que pusieron en el cuerpo de la mujer.
La clínica se ubicaba en un domicilio particular, hasta donde llegó Javiera, íntima amiga de la víctima, para ir a buscar a Leslie.
“Yo estaba afuera de su casa”, contó ella en el matinal Tu día (Canal 13). Ahí, Jorge Flores (detenido) le dijo “que iba a ingresar al domicilio a buscar la mochila de mi amiga para poder sacar sus documentos y hacerle el ingreso formal a la clínica”.
Javiera le preguntó cómo se encontraba la paciente. Él le contestó que ”estaba bien, que simplemente se había desmayado, que se había descompensado, pero que estaba bien”.
Luego, el hombre “ingresó a la casa, se demoró más de 20 minutos “, relató. “Ahí él se dedicó a borrar la evidencia. Luego, vi que él estaba con una polera manga larga color negro, y estaba llena de tierra, y completamente sudado, nerviosos, y salió con la mochila de mi amiga”.
“Como unos sicópatas”
Ya después, cuando quedó en evidencia que la situación se había complicado, y ya iban hacia un recinto formal para que recibiera atención de urgencia, “fui súper clara y le pregunté: ‘¿No se va a morir, cierto?’. Y me dijo no, pero ya sabía que estaba muerta, porque cuando ingresaron a la clínica, mi amiga ya había fallecido”.
“O sea que este tipo mintió en todo momento”, recalcó. “Si lo llegasen a dejar con arresto domiciliario nocturno, él tendrá todo el día para seguir eliminando evidencia”.
Ya al llegar a la clínica, Javiera se encontró de frente con Mónica Flores y Teresa Díaz, también detenidas. “Ellas, sin ningún remordimiento, ninguna lágrima, ninguna expresión, o sea realmente como unos sicópatas, simplemente me movieron la cabeza de lado a lado cuando les pregunté cómo estaba ella”, contó.
Ellas simplemente le respondieron: “Le dio un paro cardiorrespiratorio y se murió”. “Así de fácil, sin ninguna pena”, recordó Javiera. “Eso me llamó demasiado la atención”.
Junto con eso, reveló que, tras la muerte de su amiga, ha recibido “más de cien testimonios” de mujeres que se han sometido a tratamientos estéticos con los imputados, intervenciones que no habrían terminado de buena manera.