Algunos jugadores entran a la cancha saltando en una patita, otros no se afeitan durante un tiempo y muchos usan el mismo asiento en el bus que los lleva al estadio. Pero Esteban Paredes inauguró una nueva cábala para bajar la 30: se compró un auto descapotable.
Pero no uno cualquiera. El autor de seis dianas en seis mochas del Clausura optó por un Chevrolet Camaro convertible blanco, con techo negro y con todos los lujos que usted se pueda imaginar.
Y su elección no fue al azar. "Visogol" quiere que su vida gire en torno a la conquista de la trigésima estrella para el Colo y busca que, como diría Salfate, "todo calce, ¡pollo!".
Por lo mismo, el hombre que usa la camiseta 30, evitó que le corrieran mano en el Transantiago a cambio de... ¡adivinó!... ¡30 palitos!
Pero no sólo eso, la fabrica "yanqui" bautizó esta joyita como "Camaro III" y posee, era que no, tres grandes sistemas de seguridad: sistema antibloqueo de frenos (ABS), un sistema eléctrico que lo mantiene estable durante maniobras de emergencia y 4 airbags si se pega un pencazo (2 laterales y 2 frontales).
Además le agrega al aire acondicionado, las butacas de cuero, los alzavidrios electrónicos, un GPS con las calles de Chile y el cierre centralizado, otros tres lujitos que harán suspirar a todos los que lean esta nota.
El Camaro de Paredes se enciende a la distancia, tiene una pantalla táctil donde puede ver desde la temperatura ambiente hasta revisar sus pepas y tanto el asiento del chofer como el de su acompañante se puede poner en seis posiciones diferentes y tienen su propio sistema de calefacción para el invierno... ¿Se pasó el rollo completito y en 3D de lo que podría hacer ahí el muy cochinón? ¡Nosotros también!
Ya después de esto, decir que tiene un motor V8, que es capaz de ahorrar bencina, y que se puede programar para que mantenga una velocidad crucero en carretera es un pelo de la cola si el viaje, cómo no, acaba en la "30".