El jefe comunal subrayó que “no cuenta con la cantidad de carabineros ni de seguridad privada para hacerse cargo de esto”.
T13 presentó el domingo un reportaje para alertar acerca de lo que ocurre a menudo en los terminales de buses de Estación Central. Allí, de un tiempo a esta parte, una banda bautizada Las hienas hace de las suyas prácticamente cada noche, planificando robos de toda clase: lanzazos, hurtos con intimidación, apertura de vehículos. Mientras, se les ve pasearse por las calles aledañas estudiando a sus probables víctimas, haciéndose señas o en llamada y, por supuesto, consumiendo tusi, marihuana o lo que tengan a mano. Otro de sus elementos distintivos.
El trabajo periodístico, por cierto, cifró al grupo en unos treinta sujetos, comandados por un ciudadano venezolano y con presencia de al menos un menor de edad.
La difusión del preocupante escenario que atraviesan a diario quienes transitan la esquina de Alameda con Nicasio Retamales, despertó de inmediato la reacción del alcalde de la comuna, Felipe Muñoz, quien protagonizó un desesperado llamado a las autoridades:
“Lo que se necesita y lo que hemos planteado a corto plazo es poder implementar una ley de infraestructura crítica que logre dimensionar de que estos lugares requieren un apoyo especial de militares, como pasa en otras ciudades del mundo, donde los terminales son seguros precisamente por eso”, sostuvo el edil.
Es más, Muñoz señaló que debiera existir una Dirección General Terrestre Civil, “algo parecido a lo que pasa hoy con los aeropuertos”.
Finalmente el jefe comunal subrayó, con base en datos proporcionados por Carabineros, que Estación Central “tiene 9 millones de personas que circulan sólo por la Alameda, cuenta con cuatro terminales de buses que todas las noches circulan 14 mil personas”, de modo que “no cuenta con la cantidad de carabineros ni de seguridad privada para hacerse cargo de esto”.
Por caso, para refrendar sus palabras, la Comisaría de Estación Central estableció que los robos con violencia en la comuna aumentaron en un 100%, los robos con intimidación un 136% y los robos por sorpresa un 212%.
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