Si se metió para ver imágenes de Roberto Dueñas comiendo limón, estornudano, con dolor de muelas o en el WC, le avisamos de una que no encontrará nada de eso. Estamos hablando de peluches reales, de género y algodón, pero que por diversas circunstancias de la vida perdieron su pinta de tiernuchos para convertirse en pesadillas.
El fotógrafo irlandés Mark Nixon hizo una recopilación de los juguetes más queridos por sus dueños, que sobrevivieron a duras penas con el paso del tiempo. La colección se llama "Muy Amados" y su autor aseguró que los peluches "tienen heridas de guerra por ser las preciadas posesiones y compañías de muchos niños".
La gracia es que fueron reparados, pero de manera artesa. Este fue el resultado:
