Evas de Colina la rompen con tatos "Transformers"

No son girosintornillos de la Nasa ni venden en un programa del estilo "¡Llame ya!". Son féminas 100 por ciento de fibra chilena y, gracias a ello, han sacado brillo a su picardía criolla.

Por eso, un ramillete de nueve amiguis del campamento Los Aromos de Colina, dan literalmente que hablar hasta por las patulecas.

Las chiquillas son las creadoras de la última joyita de la moda: Zapatos de microfibra con cierre para ser desarmados.

"También la gente puede ir cambiándole el color si es que ya se aburrieron del que anda trayendo puesto", disparó Raquel Leguá, guariopola del piño de emprendedoras.

La cosa es simple: Basta con que usted abra el cierre de la catimba y podrá ponerle una capellada del color y/o diseño que más le agrade para sentirse top, todo el rato.

Lo que empezó como un sueño más de cualquier fulano de este país, actualmente saca aplausos en los comercios más pulentitos de Chile e incluso afuera de latitudes sudacas.

Desde noviembre de 2009 "Armo", como bautizaron a la marca las comadres, ha pasado por las vitrinas de Parque Arauco y exposiciones en el Parque O'Higgins.

"Comenzamos en un mall de la capital y a la fecha ya hemos estado en exposiciones en Nueva Zelanda, el año pasado estuvimos en Londres y ahora nuestros zapatos están siendo exhibidos en Alemania", contó Raquel.

El encargado de hacer patria con el producto de sello nacional es el diseñador Rodrigo Alonso, quien trabaja junto a este "Club de Lulú".

El caperuzo es el encargado de que los alemanotes le echen el ojo a los novedosos tatos.

"Llevó treinta pares. La idea es que venda la mayor cantidad de zapatos posible", sumó Raquelita.

- ¿Y a quién le crujió la idea de los zapatos?

- Rodrigo Alonso nos propuso el proyecto y con las chiquillas dijimos altiro que sí.

- ¿De cuánto estaríamos parlando por cada par?

- 23 mil 990.

- Igual medio carozi.

- Valen la pena. Están hechos para durar de dos a tres años.

- Pero, ¿cuál es la mayor gracia?

- Punto uno que tú puedes cambiarle el color. La capellada la compras aparte, vale 7 mil 900 y tenemos de distintos colores y diseños. Pero lo más importante es que es práctico a la hora de querer transportarlos.

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