La "Vitamina" que necesitaba Everton para tirar hacia arriba es la que le ha inyectado el nuevo DT, Pablo Sánchez.
Tras un inicio desastroso con Héctor Tapia, quien había conseguido el ascenso con los ruleteros, Everton ha despegado con tres triunfos seguidos: dos en el Apertura y uno en Copa Chile.
Claro que el que ayer consiguieron ante Wanderers vale por 10. El clásico porteño no se jugaba hace rato porque los potreros habían acogido dos temporadas seguidas a los viñamarinos. Por ello que de ambos lados esperaban esta mocha con un sabor especial.
Los caturros llegaban en un mejor pie, ya que solamente habían caído una vez en el torneo. Los cabros del "Vitamina", en tanto, miraban hacia arriba desde el sótano. Algo que en la cancha no se notó, porque Everton siempre fue el que más buscó el arco rival.
Machacaban por un triunfo que buscaba romper una racha negra. Es que por el torneo de Primera no obtenían una victoria en Playa Ancha desde 1980. Y por ello la hinchada les pedía sacudirse de esa maldición.
"Igual que con Tapia"
Y lo consiguieron gracias a una pepa de Rodrigo Echeverría, quien se comió la cancha marcando y llegando al área rival.
Algo que dejó feliz al formado en Universidad de Chile. "Hicimos las cosas bien, preparamos bien el partido porque en estos clásicos uno se juega mucho prestigio", dijo.
"Estamos felices por cómo nos entregamos en la cancha", señaló cuando terminó el encuentro. Y agregó que "se juegan con más ganas estos partidos".
Sobre la evolución que ha tenido el elenco evertoniano, comentó que "estamos haciendo las cosas igual de bien que con Tapia, pero antes no se nos daban las cosas y ahora sí".
El que quedó con la bala pasada con la derrota fue Gabriel Castellón.
El arquero se achacó por la gente de los cerros que tanto los habían acompañado. "Difícil analizar la derrota en caliente, sólo queda agradecee a la gente por el apoyo en la lluvia y en el banderazo", remató el "Anguila".