La noche del viernes Hugo Ortiz Ortúzar (42) peleó en una fiesta con su polola Paola Narváez (24). El chef (que sería especialista en platos flambeados) se picó y, según las pesquisas del Ministerio Público, el sábado a las 19.30, despechado tras recibir la PLR, quemó la cabaña que su flamante ex pareja arrendaba en Isla Teja, Valdivia. De yapa la amenazó de muerte, a ella y a su familia.
El inmueble, ubicado en la calle Cotapos, resultó destruido en un 40 por ciento. Cercanos a Paola Narváez contaron que vieron a Ortiz merodeando la casa de la familia.
Por eso la mujer ayer interpuso una querella por los delitos de amenazas e incendio contra el hijo del ex senador RN, Hugo Ortiz de Filippi.
El hombre permaneció prófugo de la policía hasta que el miércoles a las 21.00 fue detenido en Santiago por carabineros en la clínica siquiátrica Macul, ubicada en calle Rodrigo de Araya.
La enfermera Alvina Miranda confirmó la presencia del paciente, y su doctor tratante, Luis Lorca Tobar, accedió a la detención.
ENFERMO
La jueza de garantía, Ema Tapia, determinó su traslado a cargo de Gendarmería a Valdivia, para que responda por el manso condoro que se mandó y sea formalizado por el delito de incendio.
La señora permitió la presencia de periodistas en la sala, pero no dejó que le sacaran fotos de frente al imputado. Acogió la petición de la defensa que argumentó que eso podría agravar los problemas sicológicos del incendiario.
En la audiencia la defensa pidió que el chef permaneciera internado en un recinto médico especializado porque los remedios que toma, como parte de un "tratamiento siquiátrico intensivo", debilitan mucho su salud.
El abogado Víctor Manuel Araya dijo que su representado sufre hace varios años "problemas mentales" y que estaba tomando fluoxetina, que, según él, ameritaba su internación en una clínica porque "cualquier virus podría ser mortal".
Otro dato que aportó la defensa para evitar el traslado de Ortiz Ortúzar a la Región de los Ríos fue que el papá del imputado entregó la información sobre su paradero.
De acuerdo con el abogado el día que el hombre dejó la mansaca, su padre intentó sin éxito conseguir internarlo, porque antes de quemar la casa había confesado que tenía ganas de puro matarse.
Ortiz de Filippi habría llevado a su hijo ante un juez de familia que determinó su traslado al Hospital Base de Valdivia. Ahí permaneció hasta que un médico, no especialista, lo dejó libre porque no le encontró nada.
LA RUBIA
Una hermosa rubia siguió cada paso de la audiencia. Transcendió que era una antigua pareja de Ortiz Ortúzar, pero evitó todo contacto con la prensa.
Al final no dijo ni pío.
Sebastián Foncea M.