En todo grupo de amigos existe ese ser detestable que anda en malos pasos con una niña que no es su polola. Pero hay otros peores, que lo saben y, para peor, lo encubren. Eso sí, como dicen por ahí, la mentira tiene patas cortas y las tretas que se utilizan para salir a portarse mal son cada vez más públicas.
Por medio de un estudio, Ashley Madison, página para encuentros casuales, descubrió las dos grandes mentiras que utilizan hombres y mujeres para salir a "patrañear".
En ellas, la junta con las amigas se ha convertido en el principal escudo para cubrir sus falacias amorosas, con un 27%. Por su lado, un 31% de los señores infieles culpan a que se quedarán después del trabajo haciendo horas extra, o bien en alguna actividad deportiva, como una pichanga con tercer tiempo.
Las clásicas excusas
Pasa en la vida real. Ricardo, un joven chileno que pololeaba con Anastasia, tenía a Sofía como as bajo la manga. Ella, en todo caso, sabía de antemano todo lo que pasaba y la relación oficial que tenía Ricardo.
Los dos mejores amigos de él, Julio y Pablo, eran sus cómplices. "Cuando cachaba que le podía resultar una junta con la Sofía, el Ricky nos alertaba para que dijéramos que íbamos a estar todos jugando a la pelota. Hasta nos obligaba a subir publicaciones y cosas por el estilo", recuerdan sus amigos.
Claro que el hombre iba más lejos. "Tenía hasta fotos de archivo que subía cuando calculaba que el partido más o menos ya se había acabado. Subía sus selfies con diferentes fondos, como si estuviese recién saliendo de la cancha, cuando en realidad estaba sudando, pero en otros terrenos", lo venden, aunque ya sin mucho sentido, porque la Anastasia dejó al pobre hombre "off side" hace un buen rato ya, cuando le pilló la trampa.
Va para ambos géneros
Ellas no se salvan. Entre las mujeres también se cubren muchas veces las espaldas para ayudar a las malvadas que están engañando a sus hombres. Esa abnegada misión le ha tocado cumplir en varias ocasiones a la modelo de Sandy Boquita, quien aseguró que ese argumento ficticio del "aquí, con las mejores", es más que cierto.
"Entiendo la chiva de los hombres de que se quedan trabajando hasta más tarde o jugando a la pelota, porque muchas veces puede ser real. Y por el lado de las mujeres, claro, no se quedan hasta tan tarde en los trabajos, por lo tanto tienen que buscar una fórmula, así que eso de juntarse con amigas es 100% acertado, incluso a mí me ha pasado", relata.
No es que ella haya mentido, pero sí ha prestado ropa a algunas amigas. "No vamos a decir quiénes fueron, porque son famosas, pero más de una vez se han sacado una foto conmigo para mandarla y luego irse con su pinche. A veces hasta me tocó mandarles una foto mía como si estuviera, durmiendo para que les crean que están conmigo, ¡a ese nivel!", revive.
- ¿Eso es lo más duro que te ha tocado?
No, lo peor ha sido cuando he tenido yo que dar la cara cuando me han caído los cornudos en mi casa, a eso de las 7 de la mañana, y les he tenido que decir que ya se fueron, que se habían pasado un poco de copas y, por lo mismo, se quedaron en mi casa. El problema es que ahí de inmediato hay que llamar a la piba y despertarla, para que se vaya a su casa, eso es lo más terrible.
- ¿Perdonarías una infidelidad?
Es algo que yo no sé si podría hacer, no podría dormir junto a mi pareja luego de haberla engañado. Y lo peor es cuando las perdonan, porque quedan siempre con el bichito de que les están poniendo el gorro si se demoran más de la cuenta, y una por haberlas encubierto, también queda mal con la pareja de tu amiga, es algo horrible.
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