Cúmulo de pensamientos negativos genera ansiedad y puede llevarlo a beber más de la cuenta y comer en exceso.
Los pensamientos y emociones negativos aumentan en el confinamiento. Nos ponemos irritables, depresivos y ansiosos. Quizás todas a los vez.
Muchos nos sabe cómo manejar este estrés y recurren al copete para aliviar los síntomas; un drama que no es menor, ya que en Chile, según datos del Ministerio de Salud, uno de cada 10 chilenos presenta un consumo de riesgo.
"Las personas pueden verse inmersas en una sintomatología que genere aburrimiento, ansiedad, abulia, desmotivación e irritabilidad, lo que posteriormente se puede traducir en comenzar a tener conflictos con nuestros más cercanos o a revivir conflictos que ocurrieron en el pasado", explica el psicólogo Luis Pino, académico de la U. de las Américas.
"Si alguien tiene bajo manejo de la ansiedad, puede comenzar a consumir alcohol o alimentos en exceso. En esencial que alguien cercano lo apoye, pero no en la comida y en el alcohol. Deben cotenerlo", aconseja el profesional.
Añade que una forma de combatir los pensamientos negativos que nos ponen ansioso es tener consciencia de ellos. "El encierro no es una realidad concreta. Estas ideas no son constructivas y hay que llevarlas a u nivel constructivo. Estar encerrado no lo pueden manejar, pero sí pueden aprovechar para hacer otras cosas positivas. Podrían, por ejemplo, mejorar la dinámica familiar".
Emociones
Maria Cecilia Vukusich, psiquiatra de Nueva Clínica Cordillera, explica que la personas más sensibles a estas situaciones "pueden reaccionar de maneras poco adecuadas, ya sea exagerando o negando el peligro que enfrentamos, desarrollando cuadros de angustia y otros problemas psiquiátricos de diversa intensidad que gatillan acciones que agravan la situación de peligro".
Y para evitar que algunos se refugien en el alcohol (hay que hacerle el quite porque es un depresor), recomienda, por ejemplo, fomentar actividades de juego, especialmente las que provoquen risa, ya que es liberadora de sustancias que protegen nuestra salud mental.
Paula González Collado, fundadora de Enea Coach, explica que tenemos que aprender a a darle espacio a las emociones y comprender que es normal tener ansiedad. Esto ayudaría a evitar caer en excesos. "Dar espacio a nuestras emociones, al contrario de lo que se suele pensar, nos permite ser más resilientes y mantener la motivación para seguir adelante".