El caso de las tres mujeres que fueron encontradas en Cleveland tras permanecer por más de diez años desparecidas, impactó al mundo por la crudeza de sus captores y el conmovedor llamado al 911 que hizo una de las afectadas. En Chile el panorama no es muy distinto.
Muchas de las personas que se pierden o desaparecen en nuestro país son halladas sanas y salvas, y según las estadísticas que maneja la Policía de Investigaciones, un poco más del 60% de los buscados dejó su vida cotidiana por voluntad propia.
No sucede lo mismo cuando se trata de pequeños o de ancianos. Casi en el 100% de los casos corresponde a un extravío y los involucrados, por lo general, nunca regresan a su hogar.
Las primeras 12 horas son cruciales, pero en el caso de la gente mayor y los peques es mucho más dramático: los menores cambian su fisonomía en corto plazo y los ancianos deben enfrentar, además, complicaciones relacionadas con la edad.
Tanto Carabineros como la PDI tienen en sus registros una larga lista de extraviados, que no son sacados de ellas hasta que aparecen. Esta es una selección de casos emblemáticos, principalmente por el tiempo que ha pasado y por las historias tras estos personajes.
Ángel José Carlo Ponce
A veces las disputas familiares se transforman en una pesadilla. Esto habría ocurrido con el pequeño Ángel, quien desapareció en diciembre del 2012 cuando tenía cuatro años.
El niño es flaquito, tiene ojazos café, es moreno y hace 5 meses medía 1.02 metros. Con su carita pide a través de una página de Facebook que no se olviden de él.
Desde que se le perdió la pista, en Puente Alto, no ha habido noticias de él. Sólo se presume que podría estar con su padre Abel Nigo Carlo Lima.
Yordan Fernández Ruiz
Yordan era un joven de 16 años cuando desapareció de la faz de la Tierra. Hoy tendría 32 años, y a pesar del tiempo, sus padres mantienen la esperanza de encontrarlo.
Ofrecieron 5 millones de pesos para quien les entregue un dato certero de su paradero. Ruperto Fernández y Luisa Ruiz saben que el tiempo hace difícil todo, pero sólo quieren saber dónde está.
La última vez fue visto en su liceo, Ricardo Fenner de de La Unión, en diciembre de 1997. Sus familiares han recurrido a la ayuda de videntes, pero la desaparición sigue siendo un doloroso misterio.
Karina Paredes Pacheco
Todo un drama era la vida de de la estudiante de obstetricia de la Usach, Karina Paredes. Antes de perderse de vista, la joven de 19 años se peleó con su madre, su padre y con las personas con las que vivía en Santiago.
Según las investigaciones y los datos policiales, la estudiante pasaba sus días al filo del peligro durante los últimos meses y acostumbraba a borrarse con drogas y alcohol.
Además, un poco antes de extraviarse, sufrió dos grandes desilusiones: murió su compañero de largas batallas, el gato Dandy, y su padre se negó a pagarle una pensión alimenticia para estudiar.
La madre de Karina sólo quería que regresara a Punta Arenas a estudiar kinesiología. Cando desapareció en 2006, estaba convencida que sus compañeras la tapaban y que sólo se había fugado.
Antonio Barría Cárdenas
La próxima semana Antonio Barría cumplirá dos años perdido y tendría 89 años. Su familia y la policía tienen claro que su hallazgo es tremendamente difícil, sobre todo porque ya no lo buscan intensamente como en los primeros días.
Personal de la brigada de adiestramiento canino de la PDI Santiago, viajó a Ancud en septiembre del 2011, cinco meses después de su extravío, y en el sector el tranque de Pudeto bajo perros entrenados rastrearon el lugar sin resultados.
Sofía Yasmín Herrera
La Sofi desapareció el 28 de septiembre del 2008 en un paseo familiar en las instalaciones del camping John Goodall, en Tierra del Fuego. Tenía sólo 3 añitos. Su familia vive en Río Grande y lleva cinco años de lucha, donde hasta el FBI colaboró en la búsqueda.
En la justicia argentina, que está a cargo del caso, se pensó inicialmente que había sido un secuestro, pero el tiempo transcurrido y la falta de una solicitud de rescate hizo descartar esa opción.
Hoy sólo sus padres, María Elena Delgado y Fabián Herrera, junto su hermanita Giuliana, la buscan y no pierden la esperanza de que aparezca. A la fecha tiene 8 años.