El próximo 17 de marzo, el único imputado por el crimen de Fernanda Maciel podría contar por primera vez qué sucedió al interior de la bodega. Su círculo optaría por protegerse.
El próximo 17 de marzo se realizará la esperada audiencia en que Felipe Rojas, único imputado por el crimen de Fernanda Maciel, podría romper el silencio y contar su verdad de los hechos.
En la instancia, el joven y vecino de la víctima estará cara a cara con los abogados Pedro Díaz y Aldo Duque, quienes representan a la familia de Fernanda y su pareja Luis Pettersen, respectivamente.
En esta contexto, y ante la expectación que podría generar lo que exponga el imputado, la familia de Rojas habría decidido irse del barrio de Conchalí, según reveló el matinal Hola Chile.
Cabe recordar que el círculo cercano de Rojas vive en la casa contigua a la familia de Fernanda. El pasado 21 de febrero, Paola Correa, madre de la víctima, explicó la incómoda relación que mantiene con la madre de Felipe.
"Lo que más me duele es que se rieron tanto tiempo, se burlaron tanto tiempo de la pena y desesperación que yo tenía. Ella (mamá de Felipe), cuando me veía mal, me veía que había llorado, me abrazaba y me decía que contara con ella a la hora que fuera", contó, en entrevista con Buenos días a todos.
Las dudas de madre de Fer
"Lo veo como una burla más que una traición porque yo vivo al lado y ella es mamá igual que yo. Me la he topado pocas veces, pero no me mira. Yo sí la miro, y siempre la voy a mirar. Me dan ganas de decirles muchas cosas, de preguntarle por qué. A lo mejor nosotras no éramos amigas íntimas, pero nos pillábamos en la feria, me chocaba al carro, entonces no entiendo", añadió.
Consultada sobre el grado de conocimiento que tenía la madre de Rojas en los hechos que habría cometido su hijo, Paola aseguró que "yo creo que sabía, pero no todo… pero el hecho de saber que su hijo sí estuvo en la bodega con la Fer, una como mamá saca conclusiones. Pero, ¿por qué no me dijo? Si yo no soy una mala persona, por eso, estoy llena de preguntas".
