Los afligidos familiares de los 33 mineros atrapados en la mina San José calificaron como "una burla" las declaraciones de los dueños del yacimiento, Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn, quienes concedieron entrevistas a los diarios La Tercera y El Mercurio.
"Es una vergüenza. La seguridad es lo más desastroso de la mina, pero qué le vamos a hacer si ellos (Bohn y Kemeny) siempre han mentido", alegó indignado Alonso Contreras, tío del titán Carlos Barrios Contreras.
"En todo caso, con una entrevista no les alcanza para limpiar su imagen, todo es culpa de ellos y eso no está en duda", agregó molesto el familiar, quien aún cruza los dedos porque todos los atrapados permanezcan con vida.
"Además tienen una mala actitud, no van a ver a los familiares, no brindan apoyo, no aparecen. Así no se limpia el nombre de nadie", sentenció el familiar.
Roxanna Gómez, hija de Mario, el minero más veterano del grupo que permanece bajo tierra, reflexionó que pese al empeño de los empresarios "ni con todo el esfuerzo y hagan lo que hagan van a poder lograr limpiar su imagen".
"Ellos sabían que todo esto iba a pasar en algún momento y de lo que dicen no les creo nada", dudó Roxanna.
"Tienen que dar la cara en un momento u otro y como mínimo ofrecer una disculpa o entregar una palabra de apoyo. Ellos debieron estar siempre visibles, dando la cara desde el principio, pero sólo pasan escondidos", los repasó la mujer.
En su conversación con la prensa, Kemeny se refirió a la precaria situación que su empresa enfrentaba en el cuidado de sus trabajadores. "En este minuto no teníamos seguros, no teníamos resguardos", comentó.
Respecto de la posibilidad de volver a explotar el mismo socavón de la tragedia, el empresario señaló que "en este minuto nuestro ánimo no está en reabrir la mina".
Por su parte, Bohn sostuvo que "somos una compañía pequeña y mediana. No estamos preparados profesionalmente como para manejar este tipo de situaciones".
"Lo que más nos ha dolido es que nuestra empresa tiene 30 años haciendo minería en Atacama y se nos ha prejuzgado de forma violenta y, en algunos casos, con algunas declaraciones que encontramos que no corresponden", agregó sin arrugarse.
Bohn indicó que "en lo personal, cada uno tiene que cargar con lo que corresponda. Estamos muy dolidos con el trato que hemos recibido".
Frente a las palabras de los propietarios de la Minera San Esteban, el vocero del Sindicato San José, Javier Castillo, apuntó que lo expresado por los patrones es preocupante.
El dirigente explicó que bajo esos dichos nadie puede tener ninguna garantía en la pega de la mina.
Castillo recordó que el 2007 muchos se fueron del yacimiento por la falta de seguridad, por lo que no le extraña que exista pocaza relación con los actuales trabajadores, quienes permanecen a 700 metros de profundidad desde hace 9 días.
El dirigente aseguró que la reapertura de la mina luego de varios accidentes obedeció a una decisión tomada en instancias políticas.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, aseveró que "no voy a hacer juicios de valor de lo que una persona no debió haber hecho. Las responsabilidades yo creo que son claras, la opinión pública tiene clara esa posición, pero esperemos las conclusiones que una investigación podrá arrojar".