Una dura sanción fue la que recibió Felipe Rojas, el único imputado por el crimen de Fernanda Maciel, luego de protagonizar un día de furia al interior de la Cárcel de Alta Seguridad.

Según reveló Hola Chile, el hecho se produjo el pasado miércoles 9 de octubre en el marco de un control y allanamiento preventivo al interior del penal. De acuerdo a un documento de Gendarmería, Felipe opuso "resistencia pasiva a la orden de la autoridad" e insultó a "un funcionario de servicio".

La situación ocurrió a las 10:45 horas, cuando el procedimiento que se realiza periódicamente ya concluía. Según el informa de la institución, la instancia se desarrolló sin problemas hasta llegar al piso 1, celda número 32, donde permanece Felipe Rojas.

Tal como detalle el documento, una vez que personal de Gendarmería llega a este punto, el imputado "procede a patear la puerta de acceso de la misma, incentivando al resto de la población penal a originar desordenes y a obstaculizar visión del personal de CCTV (circuito cerrado de televisión), arrojando un elemento indeterminado hacia la cámara de vigilancia que se encuentra monitoreando el interior de su celada de reclusión, hecho por el cual se procede a comprobar la situación".

La molestia de Felipe Rojas

A raíz de la situación -se detalla en el texto- un capitán se acercó al lugar para verificar el hecho. Ya en la celda, se comprobó que la cámara fue tapada con pasta de dientes. A modo de explicación, Felipe Rojas dijo que "él necesitaba que Gendarmería se hiciera responsable del supuesto deterioro en sus pertenencias, deterioros que no fueron comprobados".

Producto de los insultos proferidos por Rojas Lobos, el personal procedió a colocarle grilletes y trasladarlo a la enfermería. De acuerdo al informe, Rojas amenazó a los gendarmes con dar a conocer públicamente las supuestas amenazas de muerte en su contra por parte de los funcionarios.

A raíz del incidente, Felipe Rojas recibió una dura sanción: no podrá recibir visitas durante 10 días.