Féminas querían hasta la corbata de Cruz-Coke

El ministro de Cultura, que figura entre los mejor evaluados por la ciudadanía, estaba consciente de que se hallaba en territorio "peligroso". Pero iba en misión oficial y con encargo especial de La Moneda.

Sí, peligroso porque él, el ex galán de teleseries Luciano Cruz-Coke, estaría a merced de al menos 2 mil féminas en el Gimnasio Municipal de Penco, donde sería el plato de fondo para la celebración con anticipo del Día de la Mujer en esa comuna de la Octava Región.

Al llegar a bordo de una camioneta, a las 18.30 horas de ayer, cachó el ambiente enfervorizado. Los gritos de "¡Mijito rico!" si bien lo halagaron, lo tenían medio nerviosón.

Igual, pascual, se bajó del vehículo y enfrentó a sus fans. Tuvo un anticipo de lo que venía, porque decenas de féminas se le fueron encima, por un autógrafo, por tocarlo y para darle su agarroncito guacho, incluso las más osadas intentaron echarle mano a su corbata calipso, pero él defendió con cortesía su prenda oficial.

El hombre, puras sonrisas, ingresó rodeado de féminas al gimnasio y el local se vino abajo. Las fotos de celulares y los flashes de cámaras digitales lo dejaban ciego, mientras la algarabía crecía: "¡Mijito rico", "¡Lindo!", "¡Guachito!", "¡Hermoso!".

Se notaba asustado e igual se subió al escenario entre gritos y cantos a su anatomía. Sacó valor y les dijo a las presentes: "Hace unos días el Presidente Piñera me llamó y me dijo: Ministro, necesito encargarle una difícil misión... que vaya a saludar a las mujeres de la Región del Biobío en su día'. Lo que no me dijo el Presidente es que me tenía que encerrar con 2 mil mujeres en un gimnasio...y quiero decirles que estoy muy asustado. Además, que a mí me va mal con las mujeres".

Y fue el acabose, que se aplacó cuando logró sobreponerse y seguir con el discurso más oficial, sobre la preocupación del Gobierno por la mujer, de lo importante que son para el desarrollo del país.

Luego saludó a sus funcionarias del Consejo de la Cultura, ministras y jefas de los distintos servicios públicos y dejó paso al show, que contemplaba en el programa al Rey del Twist, Luis Dimas, que cantó con su falsete y dio sus pasitos de pirinola. ¡Ídolo!

Al término de la ceremonia, Cruz-Coke salió arropadito por algunos forzudos, pero igual a merced de las féminas soliviantadas en su día. De paso, apretó su corbata calipso, no fuera a ser que se la quitaran definitivamente.

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