Los Abasolo-Trasville no son la típica familia chilena. A diferencia de "Los Venegas", que invitan periódicamente a comerse un rico asado al compadre Moncho, ellos han preferido compartir con sus compipas el hobbie de construir su propia avioneta. ¡Esa volada!
Tampoco salen de vacaciones a la playa, el campo o un lago, como el común de la gallada. Se inclinan por visitar distintas ferias o festivales aéreos. "Mi hijo Benjamín cumplió un año, pero mucho antes de que naciera ya volaba en avión. Yo obtuve mi licencia de vuelo estando embarazada de él", cuenta Macarena Trasville (33).
AVEZADOS
La Maca tiene varias horas de vuelo en su cuerpo, ya que labura como jefa de cabina en una línea privada y es la primera mujer piloto del Club Aéreo de San Fernando. Sin embargo, igual se le apretó la guatita cuando su marido, el piloto Fernando Abasolo Santibáñez (35), le confesó que quería construir su propio avión y, más encima, volarlo.
Pero la angustia le duró sólo unos minutos. Al toque se dio cuenta de que el currículum de su marido lo avalaba para subirse a cualquier pajarraco. Incluso uno fabricado por sus propias manos.
Feñita se dedica al aeromodelaje desde las 9 pepas y además es piloto comercial hace años.
"Estoy muy emocionado porque jamás he volado en un avión de estas características. Es el primero que construyo. Fui ayudado por mis amigos. Ninguno había construido un avión a tamaño real antes, pero si bastantes aeromodelos, lo que nos sirvió bastante", sostuvo el constructor de la nava.
A las 10 horas de mañana será el gran desafío. Luego de trabajar incansablemente durante dos años en su construcción, el primer avión modelo Vans RV- 8 fabricado por un chileno sobrevolará los cielos de Colchagua, piloteado por su propio creador.
- ¿No tiene miedo de pegarse un tremendo porrazo, sociate?
- Para nada. Lo hemos revisado minuciosamente para que no falle nada.
- ¿Cuál es la gracia del avioncito?
- Es completamente de aluminio y tiene 15 mil remaches. Sus instrumentos son de última generación y tiene pantallas digitales. Además, vuela a 320 kilómetros por hora, a una altura de 7 mil metros.
- ¿Y va a volar a sangre pato o alguien le tiene que dar el visto bueno?
- El lunes, antes de volar, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) va a inspeccionar la aeronave antes de que yo despegue desde el Club Aéreo de San Fernando.
- Su señora también quiere volarlo, parece.
- Sí, pero a ella le faltan horas de vuelo para este tipo de avión y pretende ir a Argentina en la nave. Ahora quiero construir otro avión para cuatro personas, porque mi sueño es volar junto a mi señora, mi niño Benja y mi futuro hijo.
LO CONSTRUYÓ EN SU PALACETE
Usted se preguntará, al igual que nosotros, ¿cómo cresta se construye un pajarito de metal? La dura salió como si nada de los labios del propio piloto comercial. "Todo venía en un kit que compré en Estados Unidos, incluidos los planos para armarlo. Partí trabajando en mi propia casa y los detalles finales los terminé acá en el Club Aéreo de San Fernando, del que soy socio hace varios años", sóltó el Feña "Giro Sintornillos" Abasolo.