Joven regresó a Chile tras una larga pesadilla en Malasia, donde se vio involucrado en la muerte de un ladyboy junto a otro chileno.
La pesadilla vivida por Fernando Candia, en Malasia, llegó a su fin. Durante la jornada de ayer, el chileno retornó al país proveniente de Kuala Lumpur de forma sorpresiva, al igual que su amigo Felipe Osiadacz, quien se vino hace unos meses en el más absoluto silencio.
Sus días en el sudeste asiático fueron de terror, luego de verse involucrado en la muerte de un ladyboy y, por ello, arriesgar la pena de muerte en la horca.
Sin embargo, el trabajo de sus abogados rindió frutos y, finalmente, fue condenado por homicidio culposo. Por ello debía mantenerse en el país hasta que se resolviera la apelación de la fiscalía.
Debido a eso es que nadie quedó indiferente tras su regreso a Santiago. Y para no dejar un espacio a las dudas, Candia dio la cara en una conferencia de prensa realizada en la municipalidad La Florida.
"Pasé dos años en Malasia a disposición de la justicia de ese país y cumplí íntegramente la sentencia de pena efectiva que dictaminó el juez", dijo. Además, agregó que "después de analizar la información y consejos de importantes abogados malayos e incluso fiscales, asumí que la estrategia de la Fiscalía era alargar indefinidamente el caso".
"Frente a esta injusticia y la casi segura detención, decidí, junto a mi familia, volver a mi país", se justificó.
Sobre su compañero de viaje pidió que "no condenen a Felipe. Mi amigo y compañero, porque solo nosotros sabemos lo difícil y doloroso que ha sido esto".
Finalmente, agradeció el apoyo de la gente. "En los momentos más difíciles siempre sentí la preocupación de miles de chilenos", aseguró.