Gonzalo Blumel, el ministro Secretario General de la Presidencia, se dio el gusto de raquetear con Fernando González, su clon. Ambos bromearon sobre su parecido y revelaron cuáles son sus gustos.
En la Escuela de Tenis Fernando González, a las 15.30 horas del lunes 5 de agosto, el doble medallista olímpico, de 39 años, entrena con pequeños que sueñan con seguir sus pasos. Minutos después entra al club Gonzalo Blumel (41), el ministro Secretario General de la Presidencia. Con tenida deportiva, se acerca al tenista y le tira la talla: "Traje a mi entrenador personal. Voy a pelotear un rato".
En un rato, jugarán un partido. Luego de quince minutos de intercambio de palos, Gonzalo se sincera. "Quedé raja", dice al toparse con González, antes de entrar a una mini cafetería que tiene el lugar. Ahí, los dos hablan con La Cuarta.
- ¿Les han dicho que se parecen?
F: A mí me han llegado un par de fotos en algunos grupos de WhatsApp con la foto de Gonzalo, me lo han dicho un par de veces.
G: También me lo han dicho, pero les digo que tenemos un parecido más tenístico. En cualquier caso yo sería el hermano mayor, porque soy más viejo. Antes no me decían nada, era un ilustre desconocido, ahora que soy ministro me encontraron un parecido con Fernando.
- Y en el tenis, ¿cómo andas Gonzalo?
G: Lo mío es el derecho. El lado izquierdo nunca funciona muy bien.
F: Peloteé con Joaquín Lavín y es zurdo, y con Giorgio Jackson, y tiene mejor derecha, quizás cómo sea Gonzalo.
- ¿Qué creen que podrían aprender del otro?
F: Creo que la superación de la frustración, eso del día a día, porque claramente tienen partidos que juegan, algunos ganan, otros pierden, y eso es bien parecido a un deportista, ahora claro, él tiene una vocación para servir a Chile, eso es súper admirable.
G: Creo que podría aprender cómo mejorar mi derecha. Lo otro es que los deportistas tienen algo muy admirable, la perseverancia y la tolerancia, el compromiso para superarse siempre, y una vez que fracasan volver a ponerse de pie y eso es muy admirable.
- Fernando, ¿se te pasó por la mente, después de retirarte del tenis, tener alguna relación con la política?
F: Me han preguntado muchas veces, y siempre mi respuesta es la misma, que no. Yo no tengo esa piel de elefante que creo que tienen que tener los políticos.
G: Fernando también tiene una inquietud social, está siempre metido en temas sociales, de apoyar a los niños más vulnerables, y eso también es una inquietud pública, es muy bonita.
- Gonzalo, sé que juegas una vez a la semana tenis, ¿siempre te gustó?
G: Me gusta mucho el tenis, todavía estoy tratando de aprenderlo. Jugaba de chico, en el colegio y la universidad. Me gustaba quizás por la época, cuando era chico el tenis chileno pasaba por un bueno momento, luego hubo un gran vacío, hasta la épica del Chino Ríos, Fernando y Nicolás.
- Quizás tienen cosas en común y no lo saben… ¿Comida favorita?
G: Difícil, hamburguesas.
F: Todas, estoy muy gordo, jajajá. No, el asado.
G: Sí, el asado también puede ser. Por los asados, porque siempre es con amigos y familia, entonces es algo entretenido.
- ¿Color?
G: Cuando chico era naranjo, y ahora es el verde.
F: A mí el rojo y el negro.
- Gonzalo, ¿qué sientes que te da el tenis?
G: En política, es demasiado necesario tener algún tipo de actividad que te permita descomprimir. Cuando está dura la cosa, uno hace un poco de deportes y baja la presión y ves las cosas desde otra mirada.
-Fernando, te he visto haciendo varias entrevistas, ¿cómo te sientes en esta nueva faceta, casi como periodista?
F: Estoy jugando a ser periodista, pero lo paso súper bien, porque me ha dado la oportunidad de conocer a distintas personas, porque a mí me encanta conversar con gente, y uno va aprendiendo también, estoy súper contento.
- Fernando, en esta nueva faceta, ¿a quién te gustaría entrevistar?
F: A todos los presidentes de nuestro país. Y no sé... también entrevistar a Mick Jagger, para preguntarle cómo lo hace para llegar así a esa edad.
Luego de la entrevista, ambos van a la cancha. Finalmente, ganará 3-0. Antes de retirarse, Blumel le hace un pedido. "Ahora saca de verdad", dice el ministro. El Feña acepta el desafío. Ni verá la pelota. "Realmente le pega fuerte a la pelota", afirma el político antes del abrazo final.