El estudiante Fernando Vargas Barros (24) relata que la invasión de los guarenes fue rápida y violenta.
En la tarde del miércoles su familia se preparaba a comer, en su hogar de calle Olga Salas 7188-A parcela D, sector Alto Macul de la comuna de La Florida, cuando de improviso se vieron rodeados por cuatro delincuentes.
"Al menos uno de ellos, el más agresivo, parecía estar drogado. Se paseaba de un lado a otro de la pieza, cuchillo en mano, mientra gritaba ¡los vamos a matar a todos!, ¡los vamos a matar!", explicó el cabro.
Fernando trató de oponer resistencia, pero recibió dos fierrazos en el cuello y en la espalda, que casi le desbaratan el esqueleto. Al momento del asalto se encontraban en el lugar la dueña de casa, su hermana, los tres hijos del matrimonio, Fernando, Matías y Gonzalo, y Leonor, la nana de la familia.
Todos fueron golpeados y maniatados tras lo cual la banda, integrada por sujetos cuyas edades oscilan entre 17 y los 19 años, revisaron toda la propiedad en busca de especies de valor.
"No encontraron dinero, así que se llevaron el plasma, un notebook, cinco teléfonos celulares, los lentes de mi tía y nuestra camioneta, una Nissan Terrano del 2006, azul patente WC-7980, que aún no aparece", añadió el compadre.
Según el estudiante, los cumas actuaron a rostro descubierto, aunque se ponían histéricos y agresivos cuando alguna de sus víctimas intentaba mirarlos de frente.
Al huir, el malevaje arrasó con el portón utilizando el vehículo todoterreno como ariete, ya que no pudieron abrirlo.
Tras la fuga de la banda, Matías logró desatar sus ligaduras y pulsar el botón de la alarma.
Al lugar concurrió personal de Carabineros, que inició un patrullaje sin resultados positivos, y trasladó a los heridos hasta el Centro de Referencia de Salud de La Florida.
También se constituyeron en el lugar efectivos de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI, al mando del inspector Rodrigo Gómez.