Lo que pasó el martes en el Nacional de Lima fue, simplemente, vergonzoso. Perú y Colombia acordaron en cancha igualar 1-1 y así dejar fuera a Chile y Paraguay del próximo Mundial de Rusia.
El escándalo partió a los 85 minutos de juego. El cafetalero Yimmi Chará ingresó al campo de juego y, antes de tomar su ubicación en la cancha, corrió al lado de Radamel Falcao y le contó que a esa misma hora la Roja caía 2-0 en Brasil. También le dijo que hace pocos segundos Venezuela había puesto en jaque a los guaraníes al marcar el 1-0.
El delantero del AS Mónaco, capitán de la selección Colombia, se acercó a los zagueros peruanos y uno a uno comenzó a decirles que con la paridad ambos se irían felices del Monumental limeño.
El 1-1 instalaba a los del café en el Mundial, mientras que Perú aseguraba el repechaje frente a Nueva Zelanda. El mensaje fue entendido por Cristián Ramos, Miguel Araujo y Renato Tapia, quienes le dieron el dato al lider del equipo, Paolo Guerrero, quien en medio de la confusión consultó en el banco si el cuento de Falcao era la firme y no una trampa para que pisaran el palito.
Fue ahí cuando el ayudante técnico del "Tigre" Gareca, Nolberto Solano, ratificó los marcadores en Sao Paulo y Asunción, instalando la guinda a la vergüenza.
No querían jugar
Quedaban poco más de tres minutos de juego, y los peruanos comenzaron a hacer rotar el balón de un lado al otro, mientras que los colombianos no pasaban la mitad de la cancha.
Apenas cayeron los 90', Sandro Ricci, dio el pitazo final del partido, y ambos equipos celebraron en el rectángulo verde. El tongo estaba cocinado.
Sin conocer la palabra vergüenza y pecando de ingenuo, uno de los involucrados en el arreglo, el peruano Renato Tapia, admitió la turbiedad que se firmó en Lima.
"En los últimos 5 minutos los colombianos se nos acercaron, nos comentaron como iban los marcadores en las otras canchas, y la situación se manejó como se tenía que manejar", lanzó sin imaginar que estaba metiendo las patas hasta el fondo porque ahora tanto la Anfp como la asociación paraguaya estudian impugnar el partido a la Fifa, con lo que podrían clasificar "por secretaría" si en Zurich actúan como dice la ley.
Claro, el artítculo 6.3.2 del reglamento de la FIFA, habla sobre la "influencia ilicita en el curso o resultado de los partidos", haciendo enfasis en que "todo aquel que trate de conspirar o en efecto conspire contra la ética deportiva, será sancionado con la suspensión de él o los encuentros". Es decir, si Suiza se ponen los pantalones deberían dejar nulo el partido entre Perú y Colombia, entregando la clasificación al Mundial a Chile.
Habla Salah
Mientras en Paraguay se supo que apostarían a presentar el reclamo, el presidente de la ANFP, Arturo Salah, dijo que "nosotros perdimos la clasificación en la cancha y no tenemos ninguna intención de actuar. Hay organismos que tienen que ver con estas cosas y si son públicas, tendrán que actuar los organismos que correspondan".
En Paraguay, entre tanto, el asesor jurídico de esa federación, Wigberto Duarte, señaló que "estamos evaluando y no se descarta sacar una posición".
"Hay mucha información, imágenes y videos a nivel internacional. Hay pruebas de que hubo un tipo de acomodo. Evidentemente hubo un acuerdo entre los jugadores y la FIFA castiga los amaños. Veremos cómo se darán estas informaciones", comentó el abogado.
El tema, eso sí, debe ser zanjado pronto, pues el 1 de diciembre es el sorteo del Mundial en Rusia y todo debe ser aclarado antes.