Consejo de Rectores suspendió la prueba electiva luego de que hicieran públicas las preguntas de Historia a través de redes sociales.
En una decisión inédita en la historia de la educación chilena, el Consejo de Rectores decidió suspender la Prueba de Selección Universitaria (PSU) después de que una filtración masiva dejara al descubierto 10 páginas del examen de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, el que se realizaría a las 14:30 horas de ayer.
En una jornada marcada por nuevas funas y enfrentamientos de distinta índole en colegios donde se realizaría la prueba, la guinda de la torta la puso la exposición de datos en redes sociales. Tras ser analizados por las autoridades, concluyeron que la mejor opción era suspender la prueba.
"Investigamos la denuncia de filtración y se comprobó que se trataba de una de las formas que se iba a aplicar. Por lo mismo, quedaba invalidada toda la prueba. Nos comunicamos con el Consejo de Rectores para suspender la prueba", comentó Leonor Varas, directora de Demre, quien aseguró que la filtración abrirá una investigación administrativa y penal para buscar a los responsables.
Consultada sobre el futuro de la PSU para los estudiantes que no han podido rendir las pruebas, las autoridades aseguraron que el próximo 9 de enero se darán a conocer nuevas fechas.
En la misma línea, desde el Ministerio de Educación aseguraron que apoyarán todas las acciones judiciales que se ejecuten para dar con los responsables de la filtración, las que serán ejecutadas por el ministerio de Interior. Además, condenaron el llamado a boicot que hicieron distintas organizaciones estudiantiles.
"La violencia tuvo cara, tuvo nombre, no hay disculpas de Fiscalía o de la Justicia para hacer valer las responsabilidades. Vamos a apoyar todas las acciones para que se hagan valer las responsabilidades... Hay voceros y organizaciones como la Aces que llamaron a ejercer la violencia. Por lo tanto vamos a apoyar acciones que desde Interior se ejecute", sostuvo la ministra Marcela Cubillos, quien recordó que la edición 2020 de la prueba será la última que administrará en Demre y el Consejo de Rectores. Por lo que a partir del 2021 la PSU estará a cargo, en su ejecución, por el Mineduc.
A través de redes sociales, el Presidente Sebastián Piñera se sumó a la condena por lo que calificó como un acto " de violencia" en el proceso de la PSU.
"297 mil jóvenes debían rendir PSU, pero más de 80 mil no pudieron porque un grupo de violentistas les arrebató ese derecho. Los violentistas serán juzgados y sancionados por la Justicia y los estudiantes tendrán otra oportunidad de rendir la prueba e iniciar una nueva vida en Educación Superior", escribió el mandatario.
Mientras las autoridades definían el destino de la prueba, en los colegios de todo Chile no había claridad sobre lo que ocurría. Tanto así que muchos estudiantes llegaron con su lápiz grafito y goma a poner a prueba sus conocimientos. Sin embargo, se encontraron con que a viva voz los funcionarios de Demre avisaban que la prueba no se realizaría.
Fue el caso del liceo Lenka Franulic, de Ñuñoa, donde los estudiantes se encontraron con la noticia de la suspensión minutos antes de ingresar al establecimiento.
"Acabo de llegar y me avisaron en el colegio que no había prueba. No hubo llamado ni correo. Ya no se qué esperar de todo esto. Es injusto para nosotros y para los que no quieren dar la prueba. Mientras yo daba la prueba en la mañana escuchaba los gritos de mis compañeros afuera, y así no se puede hacer nada", comentó Camilo Silva, estudiante que desea estudiar sociología, carrera en que es fundamental rendir la prueba de historia.
Hasta con chalecos amarillos defendieron los colegios
La segunda jornada de PSU en la Región Metropolitana estuvo marcada por las manifestaciones y discusiones entre estudiantes y apoderados. Incluso, los adultos más acalorados no dudaron en usar chalecos amarillos para "defender" el colegio Alexander Fleming de Las Condes, donde se había anunciado una funa.
"Mi hijo tiene derecho a dar la prueba y quiero que eso se respete", sostuvo Emilio, uno de los apoderados que llegó al establecimiento. Otro incidente se produjo en Quinta Normal, donde un grupo de estudiantes decidió manifestarse con pancartas antes de que comenzara la prueba de Matemáticas.
Sin embargo, la acción escaló a tal punto que se decidio cancelar la prueba en el Liceo B-79, lo que obviamente despertó el enojo de los apoderados.