La popular cadena de comida rápida argumentó que “el negocio en Rusia ya no es sostenible, ni es consistente con los valores de McDonald’s”.
Fue tal vez uno de los símbolos más fuertes luego de que acabó la Guerra Fría. Entonces, en 1990, poco antes de la caída de la Unión Soviética y de la demolición del Muro de Berlín, McDonald’s arribó a Rusia, más precisamente a Moscú, como una de las primeras firmas occidentales con la misión de establecerse. Y así fue, incluso por más de tres décadas, pero todo cambió en los últimos meses, luego de que se concretara la invasión rusa a Ucrania.
Es por eso, precisamente, que el grupo a cargo de la cadena de comida rápida anunció que se va definitivamente de Rusia: “La crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania y el entorno impredecible para operar allí han llevado a McDonald’s a concluir que el negocio en Rusia ya no es sostenible, ni es consistente con los valores de McDonald’s”, sostuvieron a través de un comunicado.
Chris Kempczinski, director ejecutivo, lamentó la noticia y aseguró que se trató de una decisión compleja, agradeciendo de paso a los más de 60 mil funcionarios que se desempeñaban en McDonald’s Rusia, sin embargo, argumentó que “nuestro compromiso con nuestros valores significa que ya no podemos mantenernos allí”.
McDonald’s entregó las primeras señales acerca de este desenlace el pasado 8 de marzo, cuando cerraron “temporalmente” el negocio, incluyendo, por supuesto, sus 850 restaurantes en suelo ruso.
“Este es un tema complicado que no tiene precedentes y tiene profundas consecuencias”, le dijo Kempczinski a sus empleados y proveedores, según precisó el The New York Times.
Para darles algo de tranquilidad a sus funcionarios, eso sí, el director ejecutivo sostuvo que se les seguirá pagando hasta que se concrete la transacción y que, cuando eso suceda, buscarán que puedan mantener los empleos con cualquier comprador.