Con la certificación de 79 mujeres de la pesca artesanal del país, finalizó la capacitación en liderazgo femenino que lideró la Directora Nacional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura.
Las mujeres que representan a distintos rincones y caletas a lo largo de Chile, recibieron este jueves los certificados que acreditan su participación en el curso de mujeres lideres de la pesca artesanal que se extendió por 2 meses, y cuyas clases, dada la pandemia, fueron de manera remota.
Las contribuciones de las mujeres en la actividad pesquera son diversas, pero frecuentemente subestimadas e inadvertidas. Si bien la pesca propiamente dicha es realizada sobre todo por hombres, algunas mujeres también pescan, otras se dedican a la recolección de orilla y a las algas. Además, están involucradas en gran cantidad de actividades, como la preparación de redes, el procesamiento de recursos, la comercialización y la gastronomía de productos marinos. Todas acciones vitales para la supervivencia y funcionamiento de la actividad pesquera.
La actividad liderada por Sernapesca, contó con el respaldo y colaboración activa del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, la Organización de Naciones Unidad para la alimentación y Agricultura (FAO), y la facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.
La presidenta de la Red Nacional de Mujeres de la Pesca Artesanal en Biobío, Sara Garrido, participante activa e impulsora de la Mesa de Mujeres de la Pesca Artesanal, señaló que "Cuando planteamos inicialmente esta idea, muchos compañeros del mundo de la pesca pensaban que estábamos pidiendo cuotas de pesca, y no. Nos referíamos a tener participación y mayor protagonismo en las instancias donde se toman decisiones que afectan a la actividad pesquera y acuícola. Estamos contentas con este trabajo realizado con la capacitación.
Dentro de las clases del curso se visibilizaron iniciativas desarrolladas por las propias mujeres en apoyo de los diferentes servicios. Se debatió en torno a las discriminaciones y postergaciones que sufren las trabajadoras a lo largo del país, así como también la falta de oportunidades para el desarrollo de iniciativas y emprendimientos económicos
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