Formalización del coleccionista se extendió hasta hoy en juzgado de Graneros. Ministerio Público de O'Higgins pide penas de presidio efectivo de 5 años y un día por delitos de receptación, asociación ilícita, apropiación y daño a monumento nacional.
En el juzgado de Garantía de Graneros se dio inicio ayer a la formalización del empresario Raúl Schüler, que mantenía en su poder diversas piezas patrimoniales que registraban denuncias por robo.
La fiscalía de Alta Complejidad de O'Higgins acusó al dueño de la hacienda La Punta, en San Francisco de Mostazal, de mantener en pésimas condiciones las especies que fueron reportadas como robadas y que fueron incautadas de su fundo.
En la audiencia de formalización, el fiscal Emiliano Arias dijo que el coleccionista tiene "un verdadero museo" y una "conducta permanente destinada a infringir las normas de ley de monumentos nacionales".
Según la Fiscalía, las obras de arte presentan corrosión, fragmentos rotos y fueron intervenidas por gente no calificada y agregó que su permiso de coleccionista estaba vencido desde el 31 de diciembre de 2014.
Shüler, en su defensa, declaró que su vocación era preservar el patrimonio arquitectónico rural.
A juicio del fiscal, el imputado "conocía el origen robado de tales especies".
Sostuvo que Schüler forma parte de la cadena del robo, pues no habría receptación de este tipo de monumentos, de no haber un cliente tan específico que lo compre.
El Ministerio Público solicitó la prisión preventiva para Schüler, y se le acusa por los delitos de receptación e infracción a ley de monumentos nacionales y de armas. La audiencia se reanudará mañana.
Declaración
En total, la PDI le incautó 89 especies, las que aseguró que adquirió comprándolas en tiendas de antigüedades de Valparaíso y del barrio Franklin en Santiago.
Dentro de la declaración de 13 carillas que el empresario presentó ante los fiscales de Alta Complejidad de O'Higgins, Fernanda Orpis y Jorge Escobar, declaró que había gastado una "brutalidad de dinero comprando todas estas cosas. Tenía un proyecto de vida y una de mis maneras de sentirme realizado era dejar todo esto como herencia, encuentro que en este país destruyen todo, no hay memoria de nada. Yo quería conservar este patrimonio arquitectónico rural para el país", según informó a La Tercera.
Shüler agregó que las primeras compras de antigüedades para su hacienda de La Punta las hizo en 1984 ó 1985. "Las realicé en remates, pero comencé a conocer anticuarios que me vendían algunas cosas", declaró.
Se defendió de las acusaciones, señalando que tiene cerca de 100 estatuas: "Nunca las he mantenido ocultas. De hecho, he permitido que se filmen películas, se hagan reportajes fotográficos - en la hacienda".
Explicó que "me imagino que si alguien supiera que tiene cosas robadas no las mostraría o no permitiría que se exhibieran públicamente como yo lo permití".
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