El asesinado del hombre ocurrió en 2018, sin que se pudiera determinar al autor.
Jaime Sebastián Cárcamo Cárcamo, reo del Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina II, murió apuñado el 4 de febrero del 2018, sin que se pudiera identificar a su asesino hasta hoy. Así, el Fisco deberá indemnizar con $245 millones a su familia.
El 22° Juzgado Civil de Santiago ordenó que el Estado le pague aquella cifra a los padres, hermanas e hija de la víctima, ya que determinó que el sistema público debía impedir el acceso y uso de armas blancas por quienes están bajo su responsabilidad, según consignó Meganoticias, específicamente la de Gendarmería.
Con un amor corto punzante, Jaime fue atacado en la cabeza y las costillas, lo que derivó en el fatal desenlace. Tras el incidente, se realizó un allanamiento que derivó en la incautación de 128 armas blancas artesanales, 18 litros de licor y cuatro celulares. Eso sí, el artefacto homicida no se encontró.
Las razones del tribunal
Respecto a la negligencia de Gendarmería, el fallo indica que la “mera existencia” del arma “en poder de un interno refleja el descuido en la adopción de las providencias de resguardo necesarias para evitar que los reclusos puedan causarse daños entre sí”.
A eso se suma que “una de las causas que llevó a la agresión con resultado de muerte del interno fue que los internos manejaban armas hechizas no convencionales durante una riña entre internos” y, para ello “se requiere que las armas hechizas sean fabricadas dentro del penal y escondidas; o estas sean fabricadas fuera del penal e infiltradas y escondidas”.
Por lo tanto, con todos esos antecedentes sobre la mesa, se determinó que que “ha existido falta de servicio por parte de Gendarmería, debiendo responder el Fisco de Chile por el mal funcionamiento de dicho servicio”.
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