La Tercera Sala de la Corte Suprema condenó a Papi Fisco a pagar una indemnización de 40 millones de pesotes a la familia de un gendarme que falleció mientras cumplía servicios al interior de la cárcel El Manzano de Concepción, en la Región del Biobío.
La tragedia ocurrió el 28 de agosto de 2002, cuando el centinela Daniel Palma Jiménez recibió un disparo en el cuello mientras se encontraba en una de las garitas del penal.
El tiro provino del arma de uno de sus compañeros, a quien se le escapó involuntariamente.
La sentencia del tribunal atribuye responsabilidades al Estado por no prevenir el accidente donde el centinela perdió la vida. También acredita que hubo falta de servicio por parte de Gendarmería, cuya Ley Orgánica establece que debe preocuparse de la seguridad de todos los establecimientos carcelarios del país.
Según el fallo de la Corte, "no se tomaron medidas de seguridad para el personal que labora en la institución, donde dos funcionarios que se encontraban de servicio pudieron abandonar las garitas en que hacían guardia para conversar y ver televisión sin ninguna vigilancia de sus superiores, lo que permitió que uno de ellos maniobrara un arma de fuego y se escapara el tiro que causó la muerte".