"Si todos reaccionáramos un poco de este modo, esto no pasaría más", señaló el hombre que detuvo al antisocial.
Un joven delincuente chileno ingresó a una panadería de la localidad Villa Adelina, en Buenos Aires, con el objetivo de asaltar a los trabajadores y robar en el lugar.
Apenas dejó entrever sus oscuras intenciones, un grupo de clientes lo redujo a golpes y le propinó una paliza. Entre ellos, un fisicoculturista trasansino que explicó a Crónica su rápida reacción.
"Yo tengo cinco hijas, y justamente por eso, la mayor de mis hijas podría haber sido la cajera, (...) si todos reaccionáramos un poco de este modo, esto no pasaría más", contó.
Debido a los golpes que le propinó al delincuente, el héroe de la jornada terminó con una rotura en el dedo de una mano.
En tanto, el antisocial chileno quedó en libertad, luego que se comprobara que no poseía armas durante el frustrado intento de robo.