[VIDEO] Físicos uruguayos explicaron el "gol imposible" de Roberto Carlos

Durante su época de jugador activo, el lateral Roberto Carlos siempre sorprendió a los fanáticos del balompié con algunas acrobacias que dejaron boquiabiertos a los fanáticos del planeta fútbol.

Ese gol de tiro libre que anotó en un amistoso ante Francia el 3 de junio de 1997, previo al Mundial del 98, donde dejó loco al pelado Fabien Barthez con la tremenda curva que le puso al esférico, fue uno de esos tantos que dejó sin explicaciones a los especialistas de todas las áreas.

Y al año siguiente, el 21 de febrero, otra vez el brasileño rompía con todas las leyes de la física, el fútbol, la química, el amor y todo lo que se les ocurra, cuando apuró su carrera a toda velocidad y alcanzó a impactar un balón que parecía perderse por el fondo de la cancha.

El tiro, de manera inexplicable, tomó una trayectoria única, pues en vez de salir disparado hacia cualquier dirección, terminó dentro del pórtico del Tenerife, recibiendo la ovación del estadio repleto, pese a que los merengues hacían de forasteros.

Esta misma loca parábola con resultado de golazo sigue siendo una pieza de estudio para los físicos, que no entienden cómo la zurda de Roberto Carlos pudo colgar ese balón de la manera en que lo coló en el arco de su rival.

Y fue un grupo de expertos uruguayos del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República del país oriental el que entregó su propia versión de qué fue lo que pasó hace 20 años en la cancha del Tenerife.

https://www.youtube.com/watch?v=YKBCD7qobXg

¿Qué fue lo que hizo que la jugada tuviese un final feliz para el "6" del Madrid? Según el líder de esta investigación, Ernesto Blanco, todo fue posible gracias al conocido "Efecto Magnus".

"El Efecto Magnus, relevante para el gol que hace Roberto Carlos, es la aparición de una fuerza lateral sobre un objeto que se mueve en el aire y a su vez está rotando. Esta fuerza es mayor, cuanto mayor es la fuerza de rotación del objeto y cuanto mayor sea la velocidad del objeto", explica el físico charrúa.

Claro que lo que más destaca Blanco es que tanto Roberto Carlos como el balón estaban en movimiento. "Él podría lograr ese efecto en un tiro libre, pero con él y el balón en movimiento, calcular la fuerza exacta del golpe era más difícil, pues dependía de muchas variables".

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