Con varios artículos menos, y el refri totalmente pelado, quedó una familia de San Pedro de la Paz, en la Octava Región, luego de que unos patos malos decidieran pasar el bajón tomando desayuno en la misma casa que estaban choreando, y mientras los dueños de casa dormían.
El insólito manoteo ocurrió en el sector de Arboleda San Pedro, donde un grupo indeterminado de cacos ingresó al domicilio de Katherine Espinoza, quien sólo en la mañana siguiente se percató del festín culinario que se dieron los Master Chef caneros.
"Saltaron el muro e ingresaron. Robaron herramientas, pero además entraron a comer a la casa. En la cocina se tomaron 8 yogures, y dejaron dos en el piso, además de comerse tres plátanos, y un litro de leche. Yo creo que fue más de uno, porque es difícil que sólo uno se haya tragado 8 yogures", señala la afectada.
Según indicó, los vasos de los lácteos "estaban como exprimidos y mis hijos no comen así, lo hacen con cuchara".
Angurris
Su marido, Eduardo Moraga, agregó que "suena chistoso, pero es terrible, porque vulneraron nuestra privacidad. Yo creo que son cabros chicos, porque un tipo adulto roba y se va y no se come un yogurt. Deben ser estos drogadictos angustiados".
Respecto a los detalles del robo, el dueño de casa cree que "fue como a las cuatro de la mañana. Entraron, abrieron el refrigerador, se tomaron un yogurt, pero menos mal que no nos hicieron nada".
"Yo salí por el portón de atrás a las 9 de la mañana, y cuando miré para el lado, vi botada una caja de herramientas donde tenía una galletera grande nueva. Y claro, estaba vacía, y empezamos a ver y sacaron también una sierra circular".
No hay que robar
El presi de la junta de vecinos Arboleda de San Pedro, Luis Barros, indicó que "es desesperante la situación. De hecho, la misma noche intentaron robar en otras casas, y un delincuente que no alcanzó a ser detenido por los vecinos, tenía una bicicleta colgada en la reja lista para llevársela".
La situación ya es cuática, porque "tuvimos un caso donde entraron a robar, amarraron al dueño de casa, y le exigían las joyas, pero ya no tenía nada porque era tercera vez que le robaban, no tenía ni la argolla de compromiso".