Durante Semana Santa, el consumo de pescados y mariscos aumenta considerablemente, pero, ¿sabe usted las bondades que poseen estos alimentos y la importancia de considerarlos en la dieta?
El nutricionista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Alexander González, nos cuenta que "el pescado es uno de los alimentos más completos y sanos que existe, principalmente por su bajo contenido de grasa, la buena calidad de sus proteínas, vitaminas y minerales. Además de aportar pocas calorías, es la primera fuente natural de los ácidos grasos Omega-3".
El Omega-3 es beneficioso para nuestra salud -en especial para nuestro corazón-, ya que ayuda a disminuir la formación de coágulos en la sangre, que se relacionan con enfermedades cardiovasculares y cerebrales, así como también los niveles de triglicéridos. También su consumo aminora los niveles de colesterol "malo" o LDL, aumenta los de colesterol "bueno" o HDL y contribuye a mantener la presión arterial normal, ya que aumenta la elasticidad de las arterias.
"Todos los pescados aportan minerales como hierro, calcio, yodo y zinc. El hierro previene la anemia, el zinc favorece el crecimiento, el calcio es esencial para el desarrollo y formación de huesos y el yodo evita el bocio", agrega el nutricionista.
En cuanto a las vitaminas, posee las del complejo B, que son esenciales para el funcionamiento del sistema nervioso; vitamina A, que sirve para el crecimiento y mantener una vista y piel sanas, y la vitamina D, que favorece la utilización del calcio.
El contenido de nutrientes del pescado es muy similar en todas estas formas, sólo hay que tener cuidado con el alto contenido de sodio de los que vienen en conserva, o aquellos enlatados en aceite, debido principalmente a su alto contenido de grasas y, por consiguiente, de calorías.
