Justo hace diez años, entre las cinco mil personas que se empilucharon frente al Museo de Bellas Artes para el lente de Spencer Tunick, se encontraba una Flor.
Raúl Alarcón, más conocido como Florcita Motuda, recuerda que estuvo a punto de no empelotarse para el histórico momento, por cuco a congelarse.
“Dije ni cagando, porque me voy a morir de frío. Además, se jugaba la final de la Copa del Mundo, pero me desperté a las 5.30 y me levanté. No pensé en nada y fui”, afirmó.
El cantautor se sacó la ropita en el departamento de una amiga y fue en busca del maestro del pajarito para quedar inmortalizado con un lote de compatriotas. "Salí en pelotas y con calcetines. Pasé al lado de un grupo de evangélicos con pancartas que decían: No lo hagan, es pecado. Me cagué de la risa", dijo.
Florcita confesó que el momento más cuático lo vivió cuando el gringo los sentó en José Miguel de la Barra, en el frontis del Museo de Bellas Artes: “Fue lo más crítico. Estaba entumido, no me podía ni mover, lo único que hacía era frotarme los brazos”.
El compositor reconoce que se le fue la mirada durante la helada sesión fotográfica.
“Cuando uno llega a un lugar en pelotas, uno mira las presas, pero para mí el verdadero atractivo era la cara de la gente, de estar haciendo algo prohibido”, señaló.
El autor de "Todo Chile en pelotas" se sentía ese 30 de junio como un punto entre el mar humano. "Soy muy chiquitito y con suerte veía donde iba".
Florcita sabe del evento de aniversario y no dudaría en desnudarse de nuevo.
“Me animo si lo hacen mañana, porque creo que a la gente le falta liberarse”.