La tecnología ha revolucionado la forma en que los niños acceden a los dibujos animados. Ya no deben hacer un alto en sus tareas, esperar al fin de semana o despertar muy temprano para poder ver sus "monitos" favoritos en la televisión. Youtube, Netflix y los canales infantiles pueden mantener a los niños día y noche pegados a la pantalla.
Pero, ¿qué tipo de animaciones ven los niños ahora? Ha cambiado la duración de los episodios en comparación con los dibujos antiguos. Ahora se apuesta por capítulos más cortos de tres, cinco o 10 minutos. Otra diferencia más evidente es el avance en las técnicas de animación.
A merced de los peques
Lucas Arechaga, gerente senior de Contenidos de Programación para Cartoon Network, Boomerang y Tooncast Latinoamérica, explica que ha cambiado la forma en que los niños consumen los dibujos animados, por lo que también se ha reformulado la construcción del humor y los mensajes, para que los monitos puedan ser vistos desde pequeños de cuatro años hasta aquellos que tienen más de 10.
En la misma línea, Sol Márquez, conductora del programa radial "Demente en serie", comenta que "la generación que ahora tiene 10 u 11 años crecieron con dibujos animados mucho más irónicos, reflexivos e inteligentes y ya no sólo tienen los canales tradicionales, ahora hay señales que están súper orientadas para ellos".
Además, agrega que en la actualidad los límites en los dibujos son muy difusos, lo que ayuda a que los niños tomen sus propias decisiones respecto de los personajes y logren identificarse con el que más les guste.
Para distintos gustos
Dentro de este universo de series, Lucas Arechaga, destaca que las más populares entre los peques en Chile está "El Asombroso Mundo de Gumball", donde se utiliza un humor basado en situaciones cotidianas, pero también trata temas duros como la adopción y el bullying.
Otra de las favoritas es "Las Chicas Superpoderosas", en una nueva versión donde se ve a Bombón, Burbuja y Bellota en situaciones más realistas dentro de la escuela, la familia y los amigos, por lo que también se tocan temas que se relacionan con el contexto social en el que se desenvuelven las nuevas generaciones.
Lo anterior también se repite con otras animaciones y cada vez son más las que buscan reinventarse para cautivar a las nuevas generaciones.
La supervisión de los padres
El boom de la tecnología también debe mantener alerta los "súper poderes" de los papás. La sicóloga infantil y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Jennifer Conejero, explica que los dibujos animados pueden influir en la vida de los niños dependiendo del contenido y la cantidad de tiempo que le dediquen a las animaciones.
"A diferencia de los dibujos educativos, las animaciones violentas afectan la conducta de los niños desde la imitación de acciones peligrosas que afectan el desarrollo de la empatía, ya que no se ven -en los monitos- las consecuencias directas de las propias acciones en los otros", explica la sicóloga.
Añade que esto "dificulta la discriminación fantasía-realidad; aceptan la violencia con facilidad y afecta los procesos de atención y desarrollo lector".
Por lo mismo, Conejero afirma que el control parental es clave. Los padres deben incentivar una buena comunicación con los hijos y buscar otras actividades en familia, como pasar tiempo al aire libre, acompañar en la lectura, etc.
Made in Chile
La creciente producción local de animaciones también trabaja en esta adaptación de contenidos.
"Chile actualmente está en un proceso que es un gran desafío, porque dar respuestas a las nuevas generaciones conlleva un cambio de estrategias en términos de producción, lenguaje y de buscar la forma de llegar a los niños", explica Margarita Cid, directora del Festival de Cine de Animación Chilemonos.
Y esa misma búsqueda -señala- ha permitido que Chile encuentre en las series animadas la oportunidad de coproducir a nivel latinoamericano, además de ampliar las redes hacia plataformas multinacionales como Netflix.