Aseguró que no participó en la planificación y que supo del crimen luego de cometido.
Johanna Hernández planificó y llevó a cabo el asesinato del profesor Nibaldo Villegas tras drogarlo con clonazepam.
Así lo aseguró esta mañana Francisco Silva, al prestar declaraciones en el Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar.
Un día después de que Johanna asegurara en el mismo tribunal que fue Francisco quien terminó con la vida del profesor de Villa Alemana, el imputado argumentó que él se enteró de todo una vez que la mujer ya había cometido el crimen.
En su relato Silva contó lo vivido desde el inicio de la relación con Johanna, en septiembre de 2017, y dijo que al poco tiempo conoció a Nibaldo, quien no se molestó por la nueva relación de su ex, porque él también tenía una nueva pareja.
Según indicó Silva, el problema partió luego de que en marzo de 2018 Johanna fue internada por constantes crisis de pánico y un intento de suicidio, por lo que Nibaldo inició un proceso para quedarse con la custodia de la hija de ambos. Y Johanna lo supo recién cuando se lo informó una asistente social.
En una visita a la que también fue Johanna, la madre de Johanna, ella le habló a Francisco de "la gran mariconada (de Nibaldo), que no se la iba a perdonar, que ella no podía por nada del mundo perder a sus hijos, y que Nibaldo iba a ver quién era ella".
"Johanna salió de alta e insistió con el tema de darle muerte a Nibaldo. Me pidió que buscara a terceras personas, sicarios. Yo le decía que sí, pero nunca le creí. Me instistió varias veces, y yo le decía que estaba buscando, pero que no encontraba. Pero ella me decía que no, que siguiera buscando", enfatizó Silva.
Poco después Johanna le pidió que comprara clonazepam, porque se le estaban terminando y no le hacían efecto. Además, "me decía que cuando tenía que quedarse en la casa de Nibaldo por algún tema, le daba al profesor para que se durmiera y no la molestara con temas de intimidad", relató.
El crimen
La noche del crimen, Francisco Silva dijo que pasó a buscar a Johanna a la casa de su mamá. Ella le pidió llevarla donde Nibaldo, pero se enteró que él iba a llegar más tarde, por lo que ambos fueron hasta un mirador. Luego Francisco llevó a Johanna a la casa de Nibaldo y volvió al mirador, donde se quedó dormido.
"Me despierta un WhatsApp, como a la 1 ó 1:15, donde me manifiesta que está lista, que la vaya a buscar. Llegué en auto a la esquina y me bajé a abrile la puerta, pero ella me pidió que vaya a la puerta de la casa, y yo pensé que Nibaldo quería hablar conmigo de Valentina", siguió con el relato.
Y entonces precisó que "es allí donde Johanna me hace entrar, me dice que tome asiento y me dice 'Chanchito, ¿te acordai y de los clonazepam que te pedí? Te tengo que contar algo. Cité a Nibaldo por mi cumpleaños, le di el clonazepam, y cuando estaba inconsciente le corté los brazos".
Fue en ese momento en que Johanna le recordó el compromiso de ayudarla que le hizo Francisco y le dijo que había llegado el momento de hacerlo.
"No sé qué hacer", le dijo Fracisco, y ella le recalcó que "había que hacer desaparecer el cuerpo para que nadie sospeche".
Dijo también que ella lo instruyó a ordenar y limpiar el lugar para ocultar el crimen.
Luego deciden trasladar en auto el cuerpo de la víctima hasta la playa Las Docas, en Laguna Verde. En el camino Johanna le pasó la parka de Nibaldo y le entregó las tarjetas de crédito y le dio las claves para que sacara plata para bencina, según el relato de Francisco.
La playa
En su declaración, Francisco dijo que fue idea de Johanna ir a la playa Las Docas, en Laguna Verde, para eliminar las evidencias del crimen.
Indicó que ene se lugar se encontraron con dos pescadores que conversaron con él, quien para despistarlos les preguntó si era un lugar bueno para pescar.
"Yo tenía consciencia de lo que estaba ocurriendo, y en el diálogo yo siempre me interpuse entre ellos y la fogata, entre ellos y Johanna, para que nunca le hablaran ni vieran lo que había en la fogata", relató.
Y contó que recién se dio cuenta de todo al volver a su hogar. "Cuando regresamos de la playa llego a mi casa y ahí recién me di cuenta de que Johanna había planificado todo esto y yo la ayudé", manifestó
El testimonio de Johanna
En la víspera, Johanna Hernández entregó un testimonio absolutamente diferente sobre el crimen.
"Francisco comenzó con el asunto de que Nibaldo no debía existir", señaló en el tribunal viñamarino.
También aseguró que era víctima de constantes maltratos físicos por parte de Silva, por lo que se sentía atemorizada, motivo por el que tomó parte en el crimen.
De acuerdo a su relato, el día del homicidio, Silva la obligó a tomarse un clonazepam - aparte de los dos que ella ya se había consumido- y qué el también consumió de estas pastillas para "estar más tranquilo".
Johanna contó que llegó hasta la casa de Villegas, donde verían una película y comerían sushi en celebración de su cumpleaños. En ese momento- mientras Nibaldo se encontraba en su habitación en el segundo piso- Hernández le preparó una bebida alcohólica a la que le agregó una dosis de clonazepam.
Posteriormente, tomó fotos y videos de la víctima que evidenciaban que ya estaba inconsciente, registros que fueron enviados a Silva, quien llegó a los pocos minutos a la vivienda, donde según la mujer, Nibaldo despertó y comenzó una pelea entre los dos hombres, la que se habría salido de control y habría culminado con la muerte del profesor.
La mujer agregó que al subir nuevamente al segundo piso, vio el cuerpo de la víctima tapado con sábanas.
Tras esto, y luego de limpiar la escena del crimen, la pareja trasladó el cuerpo de Nibaldo hasta la playa Las Docas, de Laguna Verde, donde hicieron una fogata en la que supuestamente Johanna no participó, ya que según su relato se quedó en el auto toda la noche. Sin embargo, esta declaración contradice el testimonio de testigos que vieron a ambos abrazados en torno a la fogata.