Fría confesión de la madre: "Lo hice porque los niños eran míos, yo los tuve en mi guata..."

En el relato que entregó en el juicio, Claudia Soto Venegas confirmó que actuó despechada por los celos que sentía por su marido, del cual se encontraba separada de palabra.

"Lo hice porque los niños eran míos, yo los tuve en mi guata nueve meses, y no se los iba a dejar a él", respondió fríamente la mujer cuando le preguntaron por la causa de su acto.

Con la misma apatía, la condenada dijo que a su fallecido hijo le dio 6 pastillas, a su hija mayor 5 y señaló que no se explica cómo la niña pudo levantarse y arrancar del fuego.

La defensa de la mujer intentó declararla loca, pero el Ministerio Público presentó un sicólogo que acreditó que sufre un trastorno límite de personalidad, que no es igual a estar demente.

ALEVOSÍA

Además de establecer que Claudia Soto era imputable, el tribunal consideró que actuó con alevosía al dormir con ansiolíticos a sus propios hijos y de esa forma evitar que pudieran salvarse del incendio que ella misma provocó.

Tras ser declarada culpable del parricidio consumado de su hijo y en calidad de frustrado de su hija mayor, Claudia Soto escuchó el miércoles 7 de octubre engrillada la condena en su contra: 15 años por el crimen del niño y 5 por el homicidio frustrado de la menor de 9 años.

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