¿Se imagina usté' gozando de un rico helado en un día de verano y, de repente, le aparece un dedo humano en la mitad del postre? Bueno, justamente esto le pasó a la señora Olaya Arriagada.
Todo sucedió en provincia de Osorno, cuando la señora Olaya llegó a la empresa Fruna de aquella ciudad , con el fin de comprar unos ricos helados para el cumple de su hijo. Una vez en casa, comenzó en familia a disfrutar de los exquisitos sorbetes... hasta que se encontró con la mala sorpresa de que el granizado venía con un regalito extra: Un pedazo de dedo humano.
Esta sorpresita no le gustó na' a la señora Olaya. Quien, a pesar de sufrir el mal momento de encontrarse un "jarita" en su heladito, quiso llegar a un acuerdo extrajudicial con la famosa marca de dulces pa' no hacer más atado.
A pesar de esto, Fruna se puso a la defensiva y dijo que la noticia no era verdad y que la información era bien poco seria. Aunque, pa' la mala pata de la empresa, el Seremi de salud de aquella ciudad comprobó que el hecho era 100% real… ¡la volaíta!.
Por lo mismo -y ante la defensiva de la empresa- Arriagada se aburrió y decidió llevar a juicio a Fruna por el desagradable momento. Y, pa' mala suerte de los "Willy Wonka" chilenos, la justicia le encontró toda la razón a la señora Olaya, y condenó a la empresa Fruna a pagar 5 milloncitos a la familia Arriagada... todo por un inesperado regalito.