Una chilena detenida en Coquimbo acusada por tráfico de drogas y asociación ilícita, se convirtió en el primer ciudadano de nuestro país en ser extraditado a Estados Unidos en 50 años.
Fue la PDI la encargada de llevar a cabo el procedimiento, el que quedó resuelto la tarde del jueves último.
Se trató de la extradición pasiva de Marcela Elena Olivares Bravo, a partir de una solicitud de la justicia gringa cursada en mayo pasado. La Corte Suprema analizó el caso y resolvió que la solicitud era razonable a partir de la acreditación de los antecedentes aportados por Estados Unidos en orden a su relación al presunto delito por tráfico ilícito de drogas.
Sobre el tema, el subprefecto jefe de Interpol Santiago, Pedro Cuevas, destacó que las pesquisas para ubicar a la mujer se realizaron sobre la base de un requerimiento internacional y calificó la pega de los sabuesos como "eficiente" y "profesional". Planteó que el que haya partido la fémina a enfrentar a los tribunales norteamericanos sólo demuestra el compromiso en la cooperación con otras instituciones policiales del mundo.
Marcela Olivares cayó en Coquimbo y fue embarcada a las 19.40 horas del jueves en el vuelo 146 de Delta Airlines, sin que dos agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) le quitaran los ojos de encima.
De acuerdo a los antecedentes aportados por Estados Unidos, la oficina en Memphis de la DEA le seguía los pasos desde 2007 a la fémina y a su pareja, un colombiano identificado como William Bedon. Ambos son señalados como proveedores de coca para varios grupos narcos.
El producto, al parecer en grandes cantidades, habría sido transportado desde Texas hasta Tennessee, para ser distribuido entre varias organizaciones en Memphis, la ciudad del Rey del Rock, Elvis Presley.
Se decomisaron 3 millones de dólares, producto de transferencias electrónicas, y 30 kilos de droga. En Coquimbo se incautaron dos autos.
