"Fue maremoto aquí y en Burundi"

La franqueza suele incomodar, y generar tensión y hasta rechazo. Pero se agradece.

El jefe de gabinete, ministro Edmundo Pérez Yoma, insistió en La Moneda que no era el minuto de buscar responsabilidades administrativas, sino que el de las urgencias y la acción. Pero Francisco Vidal, titular de Defensa, no se aguantó las ganas y lanzó nomás el misilazo.

Reconoció que la autoridad falló en no advertir a tiempo la inminencia del tsunami que afectó a todo el litoral de la zona más afectada por el terremoto y causó la mayor cantidad de muertos. Y culpó directamente a la Armada, que cometió "un error de predicción", al haberlo descartado.

"La verdad aunque duela (...) Lo que se vio en la costa, entre la Sexta y Novena regiones (Maule, Biobío y La Araucanía) es un maremoto aquí y en Burundi (país africano que no tiene mar). Y hubo un error", insistió el ministro.

Sin embargo, admitió que el desastre pudo haber sido más mortífero, porque "afortunadamente, cuando se produce una evaluación (de los niveles del mar), se activa el sistema (en coordinación con capitanías de puerto, comisarías y otros organismos) que ayudó a salvar a centenares o a miles de personas".

"Por este sistema (información automática que envía el Servicio Hidrográfico de la Armada), no obstante el error de diagnóstico, se pudo avisar y la gente pudo arrancar hacia los cerros", agregó.

En el caso de Juan Fernández, aseveró que "existió un aviso y sin él, habría más que las seis víctimas fatales (son 8)  y 13 desaparecidos (8)" que se registraron en el archipiélago (ver nota adjunta).

Otra de las localidades donde funcionó el sistema fue en Iloca, donde, pese a que el mar avanzó varias cuadras, el oportuno aviso de Carabineros permitió que la población huyese hacia las alturas.

Vidal refrendó así las críticas que en la jornada anterior había vertido la directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Carmen Fernández, quien se quejó de la falta de claridad de la Armada para anticipar el maremoto.

"La primera información que recibimos es que no había tsunami. Y es más, cuando empezamos a constatar por otras fuentes que se estaban produciendo variaciones en el nivel del mar, consultamos por ellas. Nos indicaron (la Armada) que la variación no era superior a los 20 centímetros", indicó a Radio Cooperativa.

"Si nosotros hubiésemos tenido mejor información, tal vez podríamos haber informado antes. Pero sí hay que considerar que esto fue bastante abrupto", añadió.

A PONERLE BUENO

Respecto de las críticas a la demora con que se movilizó a las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa afirmó que "están operando desde el minuto uno", con 10 mil en terreno y envío de hospitales de campaña al Maule y Biobío.

"Se acabaron los diagnósticos, hay que empezar a moverse", subrayó.

LA SUERTE DE BETO VERGARA: PASÓ DOS HORAS FLOTANDO EN UN TROZO DE MADERA

Eran cerca de las 16 horas de ayer cuando cientos de personas de Valpo, Viña y Concón comenzaron a arrancar hacia los cerros por una descriteriada falsa alarma de tsunami causada por Jaime (48), quien fue detenido.

En ese momento, uno de los sobrevivientes del maremoto de Juan Fernández, el pescador Alberto Vergara Recabarren (40), le pedía al recepcionista de la unidad de oncología del Hospital Carlos van Büren que le mostrara las imágenes que circulaban por internet del devastado archipiélago.

"La gente aquí anda histérica. Primero tiene que temblar antes de que haya un tsunami", comenta Alberto, mientras recorre con los ojos vidriosos cada una de las fotos que se han publicado de la Isla Robinson Crusoe, en donde él y otras 100 personas lo perdieron todo por el furioso paso de las aguas.

DE UN GOLPE

Según relata el viejo lobo de mar, no se percató de lo que ocurría hasta que ya era demasiado tarde y la muerte acechaba. Sin embargo, tuvo la fortuna de salvarse y ser encontrado por su amigo Manuel Chamorro, quien con otros isleños buscaba sobrevivientes en el poblado de San Juan Bautista.

"Esto fue un milagro. Muy pocos pueden contar esto dos veces y afortunadamente hubo alguien ahí para salvarme, ya que yo ya me había rendido y no tenía fuerza para luchar, aguanté la primera y segunda réplica, pero a la tercera ya estaba pidiéndole perdón a Dios por todas las tonteras que he hecho", asegura el hombrón visiblemente emocionado.

-¿Qué pasó cuando ocurrió el maremoto?

- Estaba durmiendo cuando ocurrió esto. No me di cuenta. Sólo sentí gritos y sé que hicieron sonar el gong, porque hubo un sismo que yo no lo sentí y de ahí vino el tsunami y no pudimos hacer nada más. Entonces, cuando me levanté a abrir la puerta de la cocina, que está en la parte de atrás de mi casa, vi un bulto, una masa de agua con madera que se metió en mi casa y comencé a ahogarme, hasta que la sacó de cuajo.

-¿Y qué pasó después?

- Después de eso, estuve cerca de dos horas en el agua, tragué mucha agua con residuos de petróleo y otras cosas que salieron de las casas y las embarcaciones de los pescadores.

-¿Pensaste que te ibas para el patio de los callados?

- Sí, porque a la tercera réplica marina yo ya no tenía fuerzas y pensé que me moría. Lo único que hice fue rezar y, justo ahí, tipo 6 de la mañana, un amigo me encuentra en la playa como a 300 metros de donde estaba mi casa. Allí llegué flotando en un palo y pude ser rescatado por mi amigo, que llamó a otros que también buscaban sobrevivientes.

- ¿Qué fue lo último que viste de la isla?

- Antes de que me enviaran a Valparaíso noté que la destrucción fue máxima. Creo que todo el plan está en el suelo. Son todas las casas del poblado de San Juan Bautista las que fueron arrasadas; la municipalidad, la Armada, restaurantes, negocios, todo. Yo diría que son más de 100 las viviendas las que se perdieron completas.

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