Dennise Figueroa, la chofer del Transantiago que trabajó siete días con su hija enferma en un coche tras la cabina, reclamó porque su empleador no dispondría de dinero para pagar cuidadores.
Denisse Figueroa hace cinco años trabajaba como cajera en una bomba de bencina. Pero la sangre pudo más y como su papá y uno de sus hermanos son choferes de micro, decidió seguir sus pasos y manejar un Transantiago de la línea Alsacia Express.
La mujer (30), de Peñalolén, vive con su pareja y su hijo de siete, y Antonella, una guagüita de un año y 12 días que va al jardín infantil Vitamina, que la empresa donde ella trabaja paga de acuerdo a las exigencias de la legislación.
El problema comenzó cuando Antonella se enfermó de bronquitis, rinitis y gastroenteritis. No la pudo mandar al jardín, ya que podría contagiar a los niños y además las parvularias no tienen la obligación ni capacitación para atender a un menor con problemas de salud.
Denisse acusó que su empleador no disponía de los recursos para que sus trabajadores paguen a un cuidador, sin dejarle más alternativa que hacer lo que la convirtió, finalmente, en famosa.
La red de apoyo de la conductora no es pequeña. Contó que su pareja trabaja, que todos su hermanos son hombres y también lo hacen, al igual que su mamá, y por eso no le quedó otra que llevar a su guagua a la pega y realizar los recorridos junto a ella. La instaló sujeta en el coche de guagua atrás de la cabina del conductor.
"Fue terrible porque manejaba todo el tiempo preocupada de ella, en cada parada la miraba para saber cómo estaba y la gente, los pasajeros fueron muy amables, me la cuidaban, ayudaban y la afirmaban", contó.
Agradecida
Denisse alcanzó a trabajar siete días con su hija hasta que una pasajera la filmó y la grabación se viralizó tanto que su caso ayer se convirtió en el tema del día.
La chofer además acusó que la asistente social de su trabajo no la ayudó a buscar una solución. Al contrario, le habría dicho que "para reclamar las mujeres son buenas, pero que apenas se embarazan altiro se bajan del bus".
Luego de que el caso se hizo público, las autoridades de la empresa de micros se reunieron con la empleada y la dirección del trabajo y quedaron de buscar una salida a su problema.
Además, mediante un comunicado Alsacia Express manifestó que cumple con las leyes laborales. "Respecto a este caso en particular, se deja constancia que la hija de nuestra colaboradora asistió en los meses de mayo, junio y julio del presente año a la sala cuna seleccionada por ella".
Antes de las reuniones, la mamá trabajadora con su hija siempre en brazos, y a veces en el coche, atendió a toda la prensa que se interesó en su caso y agradeció el apoyo de la opinión pública que siguió su caso.
"Muchas personas hablan a favor y en contra del aborto, pero no se preocupan de casos así, espero que no se sigan pasando a llevar los derechos de las mujeres ni de sus hijos", reclamó afuera del terminal de micros.
"El llamado es a tener un mínimo de humanidad"
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, se molestó por la desesperada acción de la mamá que fue a trabajar con su guagua para no quedar cesante.
"Parece que no todas las cosas pueden ser resueltas estrictamente por la ley. Muy por encima de la ley, debe existir un sentido de humanidad mínimo. Y en este caso el empleador bien pudo encontrar la manera para que esta mamá pudiera cuidar a su hijo y al mismo tiempo, en una fecha posterior, para cumplir con su trabajo", dijo. "El llamado es a tener un mínimo de humanidad", agregó.
Por su parte, Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo, acusó a la empresa de cometer una injusticia con su trabajadora. "Demuestra las duras dificultades que hoy enfrenta una mujer que quiere desarrollarse laboralmente. Eso es una injusticia y una discriminación que tenemos que ir terminando", comentó.