Fuente Alemana baja su cortina tras crisis sanitaria y social

Carlos Siri explicó por qué se tomó la decisión de suspender el contrato a todos sus trabajadores. "Con suerte vendíamos un 10% con el coronavirus", afirmó.

El lomito italiano, el chacarero o la popular vienesa italiana y suave a la mayo entrarán en cuarentena total, por lo bajo, dos meses en la Fuente Alemana.

Es que el tradicional local de sánguches también sufre los coletazos del Covid-19 y deberá bajar la cortina por un tiempo. El dueño de la Fuente Alemana, Carlos Siri, habló con La Cuarta sobre la decisión de la empresa de suspender el contrato a todos sus trabajadores ante las pérdidas económicas, que ya se arrastraban tras el estallido social, y que ahora con la pandemia del coronavirus subieron aún más.

"Creo que la situación de todo el barrio, Lastarria, Bellavista y cerca de Plaza Italia, es casi la misma. Cuando empezó el estallido social se nos fueron las ventas al suelo, y con el coronavirus con suerte estábamos vendiendo el 10%".

El mandamás del local de los sánguches detalló que cacha que "hay una responsabilidad grande, porque la Fuente Alemana es casi una institución del país, pero no podemos ser irresponsables, en el sentido de abrir sí o sí. Iba poquísima gente, esto fue la guinda de la torta".

Agregó que "muchos creen que nos fuimos, que chao, para la casa, que puede suceder, pero haremos todos nuestros esfuerzos para poder seguir adelante".

Fuente congelada

Carlos Siri, uno de los cinco socios del local, señaló por qué suspendió los contratos. "Los recursos no son infinitivos. Para mantener este enfermo, por último conectado a la máquina, tomamos la decisión de acogernos a la ley", aseguró.

Agregó que "la relación contractual no se pierde, se congela teóricamente, por lo menos dos meses. No los estamos despidiendo, haremos lo posible por pagar las imposiciones".

El dueño confesó que, a pesar de las pérdidas económicas, "gracias a Dios todavía nos quedaban provisiones de plata, que tiene que ver con las gratificaciones, y eso ayudará a los trabajadores a sustentarse, son casi dos meses de sueldo líquido".

Estallido social

Tras bajar la cortina en sus dos locales, Carlos planteó que "tenemos que ver qué condiciones tenemos más adelante, qué va a pasar con el estallido social, porque qué sacamos con endeudarnos si después no vamos a poder trabajar en Plaza Italia. Sabemos que los problemas sociales hay que resolverlos, pero no es la forma destruyendo".

Sobre si finalmente le podrán candado definitivo sus locales, el mandamás concluyó que "tendremos que tomar decisiones, no podremos embarcarnos y endeudarnos, hay que ver todo eso, pero vamos a dar la pelea".

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