El futbolista Matías Jadue tenía 22 años cuando llegó al club PKNS, en Malasia. Vivió dos años en Kuala Lumpur, la misma ciudad a la que llegaron Felipe Osiadacz y Fernando Candia, los jóvenes chilenos que no tienen más de 25 años y que podrían ser condenados a la horca en dicho país.
El delantero narró cómo fue su experiencia en la urbe del sudeste asiático. "Pensé que iba a ir a vivir con los monos, pero es otra realidad. El país es ultra avanzado, con rascacielos gigante, autopistas maravillosas, muy moderno", aseguró el jugador, que actualmente vive en Tailandia.
El jugador también tuvo palabras para la delicada situación de los dos compatriotas que llevan siete meses en la cárcel de Sungai Buloh Prison. "Sé por lo que están viviendo, me pasó con el suegro de mi compañero, es delicado, es una lástima la verdad, porque al parecer fue injusto".
Jadue explicó que "acá todo funciona tan bien gracias a que sus reglas son tan rigurosas. Tuve una vez un episodio con un compañero que su suegro, que tiene un rango importante en la policía de Argentina, fue a visitarlo a Malasia y, sin darse cuenta, tenía una bala en una de sus maletas, y al momento de entrar al país se fue preso. Se tuvo que meter el club, fue un problema bien grande".
El futbolista relató que "no se ven muchos delitos (en Malasia), nadie quiere cometer ningún error. Es un país tranquilo, jamás vi un robo".
Agregó que los que se van preso no lo pasan muy bien: "Creo que nadie se puede llegar a imaginar lo que son las cárceles acá, son terribles. A parte está el factor del clima, porque hace calor, están todos juntos, no te dan nada, un par de comidas".
Curicó
Yashir Pinto, futbolista que actualmente juega en Curicó Unido, relató los días que estuvo en el sudeste asiático.
"Estuve un año y medio, vivi en dos ciudades, seis meses en Melaka y después un año en Perak. Es muy distinto a Chile la verdad, me fui con mi novia, y se me hizo todo más fácil, es una cultura diferente a la nuestra".
El delantero señaló que lo que más le llamó la atención fue que "la gente es súper amable. Es verdad que el alcohol, la droga y las armas son mal vistas, y en el caso de la droga y las armas tienen pena de muerte".
El jugador chileno-palestino cree que es vital, antes de ir a estos países, saber de sus tradiciones: "Cuando uno va a un país, a una cultura distinta, uno se tiene que informar y adaptar a esa realidad".