Gabriel Valdés: fue una vida entretenida

"Gracias a la Vida". Ese era el título inicial de las memorias que Pío Gabriel Valdés Subercaseaux presentó en junio del 2009 y aún cuando los derechos de autor le impidieron conservar el nombre, esa frase resumió su existencia. El mismo lo dijo.

Finalmente su biografía se llamó "Sueños y Memorias". Los recuerdos y anhelos del político chileno con más clara visión del mundo, según sus pares.

José Antonio Viera Gallo manifestó en esa ocasión que era "un hombre de inteligencia lúcida, sin prejuicios ideológicos, apegado a principios y a la vez realista, capaz de grandes empresas, y una honestidad, generosidad y coherencia a toda prueba".

Este multifacético ciudadano chileno, a quien apodaban el Conde, fue abogado, músico, cantante, scout, político, director de un diario, agricultor, canciller, funcionario de Naciones Unidas, presidente de su partido, senador, presidente del Senado y embajador en Roma.

Pero quizás sea su activa participación en el proceso que permitió el retorno a la democracia en el país, lo que lo hizo trascender.

UN CIUDADANO DEL MUNDO

Nació el 3 de julio de 1919 en una casona patronal del sector de El Llano Subercaseaux de la comuna de San Miguel. Su padre era el ingeniero Horacio Valdés Ortúzar, ministro de Obras Públicas de Carlos Ibáñez del Campo, y su madre fue la escritora y artista plástica Blanca Subercaseaux Errázuriz.

A los 10 años partió junto a su familia a Italia, donde vivía su abuelo, Ramón Subercaseaux Vicuña. Allí estudió en la Scuola San Giuseppe de Roma.

Volvió en 1932 e ingresó al Colegio San Ignacio, donde fue compañero, entre otros, de Sergio Livingstone y alumno del padre Alberto Hurtado.

Entró a estudiar derecho en la Universidad Católica, donde se tituló en 1946, una semana después de contraer matrimonio con Silvia Soublette.

Llegó a ser fiscal y gerente de la Compañía de Aceros del Pacífico.

Entre 1951 y 1952 estudio economía y legislación en el Instituto de Estudios Políticos de París, becado por el Gobierno francés.

TRES VECES DIJO NO A LA CANDIDATURA A PRESIDENTE

Gabriel Valdés fue uno de los fundadores de la Falange Nacional, que luego se convirtió en el Partido Demócrata Cristiano.

Fue su camarada Eduardo Frei Montalva quien lo designó ministro de Relaciones Exteriores, cargo que mantuvo durante toda la administración.

En 1971 fue designado subsecretario general de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

En 1982, fue elegido presidente de su colectividad, cargo que mantuvo hasta 1987.

En 1983 organizó la Alianza Democrática. En 1985 participó en la redacción y firma del Acuerdo Nacional y en 1987 fue uno de los organizadores de la Concertación de Partidos por el No.

Por aquellos días lo acusaron de incitar protestas contra el régimen y fue encarcelado.

Tras el retorno a la democracia desechó su opción presidencial y se postuló con éxito a  senador de la República por la X Región Norte, Circunscripción 16.

Le tocó ser el primer presidente del Senado y, por lo tanto, tuvo la tarea de  investir a Patricio Aylwin con la banda que le entregó el general Augusto Pinochet.

Volvió a declinar su anhelo de ser candidato a la presidencial del país en 1993, en favor de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En 1994 fue reelegido como presidente del senado, cargo que detentó hasta 1996.

En 1998 renunció por tercera vez a la posibilidad de ser presidenciable, en favor de Andrés Zaldívar.

En el Congreso fue el mentor de la ley de donaciones culturales, más conocida como la Ley Valdés.

En 2006 dejó el Senado y se trasladó de nuevo a Roma como embajador del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

Fue relevado en la segunda mitad del 2008.

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