Mañana los católicos celebrarán el tercer aniversario de la canonización de Alberto Hurtado Cruchaga.
El ex canciller, senador y prócer democratacristiano Gabriel Valdés Subercaseaux fue su alumno en el colegio San Ignacio y a sus 89 años lo recuerda nítidamente: "Antes las autoridades del colegio eran españoles. Severos, honestos, pero con disciplina antigua. Llegó el Padre Hurtado y cambió el sistema de vida del colegio, por su temperamento alegre, persuasivo, amistoso. Se interesaba en lo que hacíamos y cómo éramos. Fue como estar en una pieza oscura y que entrara el sol. En los recreos jugaba fútbol, se arremangaba la sotana".
- ¿Y era bueno?
- Sí, era bastante bueno porque tenía mucha energía. Nunca he conocido a una persona con más energía interior. Hablaba y saludaba fuerte. El que le decía que no, era un suicida.
- ¡Los dejaba locos!
- La intención de él era que fuéramos jesuitas, nos convidaba a las misiones, hacía discursos muy penetrantes. Cuatro de mis compañeros se hicieron jesuitas convencidos de que era el único camino viable y decente.
- ¿Y usted?
- No tuve vocación, pero seguí siendo su amigo y después fui presidente de la Acción Católica, mientras él tuvo dificultades con la Iglesia, fue sacado del puesto de asesor de los jóvenes por su compromiso con la reforma social.
- Le decían "cura rojo".
- Fue muy castigado por eso. Fue un reformador de la Iglesia chilena. Le dolía que lo consideraran así. Sufrió mucho porque la persecución fue injusta.
- ¿Y el Hogar de Cristo?
- En un momento empezó a recoger niños botados en el Mapocho. Él se conseguía esa camioneta verde, los metía a unos sucuchos y les daba de comer. Así empezó. La gente lo miraba como una persona extraña porque eso no se hacía. Arrastraba voluntarios porque tenía una capacidad de convocatoria extraordinaria. Si hubiera abrazado la carerra política, llega a Presidente. ¡No cabe la menor duda!
Apenas le preguntamos qué diría el Padre Hurtado si supiera que el "Conde" Valdés no quiere hablar más de política, desenvainó su lengua. "No sé qué política se está haciendo. Admiro mucho a Michelle Bachelet, pero creo que la política en Chile está muy decaída. No veo grandes líderes en la Concertación como antiguamente había en el Senado. Tampoco en la derecha. Tengo gran admiración por Piñera... creo que es muy capaz. No sé si será capaz como Presidente, porque no lo veo con un buen equipo político.
- ¿Se choreó?
- No estoy contento de lo que está pasando, pero son expresiones de un hombre viejo y los viejos siempre creen que el pasado fue mejor. Yo no pienso así. Soy un optimista de Chile.
Sebastián Foncea M.
