Junto al teatro El Árbol del barrio Bellavista estuvo dos años abandonada una casa donde antes funcionó una discoteca-parrillada que, según Pancho López, era “terrible de flaite”.
El actor convertido en productor cultural fue invitado por el dueño de la propiedad a cachar cómo estaba y la vio en tan malas condiciones que le dijo: “acá lo único que podría funcionar es una casa del terror”.
Y así nomás fue, porque Pancho López junto a tres socios abrió este fin de semana La Casa del Terror, un lugar enfocado a niños y adolescentes dividido en cuatro niveles que los visitantes podrán disfrutar durante tres horas por vez.
El galán de los 90 contó que en el tercer piso hay una sala de cómics de miedo, un microcine para 36 personas y un ataúd que ofrece la posibilidad de morir por un momento.
En el segundo nivel hay un salón donde los visitantes pueden celebrar cumpleaños, y el primer piso tiene una pista de baile para 300 personas, dos escenarios y una pantalla gigante.
De yapa está el subterráneo donde hay un laberinto de 70 metros. Ahí los cabros pueden pololear, pero sin pasar del grado uno, de lo contrario unos zombis les echarán agua caliente.
Un sistema para fidelizar gente es la invitación a chiquillos a convertirse en embajadores del terror de sus colegios. Así podrán coordinar visitas con descuentos, y si el chiquillo llega disfrazado pagará sólo $2.990 de las siete lucas que cuesta una entrada normal.
500 CALUGAZOS
Hace más de diez años López fue director del Instituto de la Juventud, le fue más o menos y se alejó de la política choreado de la burocracia. “Me concentré más en mis negocios y no tenía el cuero tan duro para eso”, explicó el empresario que de todos modos quedó contento al “poder hacer harto por Chile”.
Antes de la política Pancho López era conocido por participar en teleseries como Fuera de Control o Marrón Glacé.
- ¿A cuántas actrices besaste?
- Debo haber dado unos 500 besos a unas 35 ó 40 actrices, más o menos.
- ¿Y quién daba los mejores calugazos?
- ¡Chuta! ¿quién daba buenos besos? Hartas, todas eran bien profesionales, pero con particular cariño recuerdo a mi amiga Claudia Conserva, con quien hice una dupla bien sicótica donde nos maltratábamos. Está la Paola Camaggi y también soy amigo con la Catalina Guerra.
- ¿Te han confundido con Francisco “Chaleco” López?
- Yo creo que a él lo hueveaban conmigo porque yo fui conocido antes, pero algunas veces me han llamado por teléfono y dicen: ¿Aló, Chaleco?
