El insólito momento se dio cuando un joven se alistaba a pedirle la mano a su pareja, pero se le fue todo el protagonismo.
Todo estaba listo: el galán elegantemente vestido, arrodillado sobre una manta, rodeados de colorados globos de corazones, listo para pedirle matrimonio a su pareja. Sin embargo, una insólita testigo se robó el momento.
En una playa en el sector sur de la ciudad de Antofagasta, según consignó Timeline, apareció una anónima invitada de piedra a lo lejos, justo bajo la costanera, durante la puesta de sol.
Sin importarle la romántica escena que tenía en frente, procedió a bajarse los pantalones, sentarse y hacer sus necesidades a vista y paciencia del enamorado, quien reía con cierta incomodidad, aún a al espera de su pareja, mientras el momento era grabado con los celulares de los presentes, sus seres queridos.
Por supuesto, algunos cibernautas antofagastinos reaccionaron al registro y aseguraron que aquellos poco higiénicos momentos son pan de cada día en el sector, bajándole el perfil.
En tanto, otros usuarios del internet se lo tomaron con humor y lanzaron comentarios como: “Le pidieron el divorcio de inmediato”, “Le mearon el anillo” y “Nada como casarse en una de las playas mas ordinarias de la ciudad”.
Revive acá el momento
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