Familiares, amigos y colegas del Consejo de la Cultura colmaron ayer el Teatro Oriente, en Providencia, para despedir muy emocionados los restos de Galia Díaz Riffo (36). Asistieron entre otros el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke y la presi de la Fech, Camila Vallejo.
Todos asistieron con la intención de brindar un último adiós a Galia, a quien Cruz-Coke describió como una persona muy inteligente, que nos deja un "legado de nobleza y profesionalismo".
Díaz había asumido hace poco más de un mes el puesto de Encargada de Planificación del Consejo Regional de las Artes y la Cultura de Valparaíso, misión que la llevó a subirse al avión CASA-212, donde encontró la muerte en las aguas del Océano Pacífico.
Viajaba junto a Romina Irarrazábal con el objetivo de enseñar a los habitantes de la isla a postular a los Fondos Concursables que entrega el Consejo.
Galia estaba casada con Mario Párraga, ciudadano español que se radicó en Chile por amor a ella y abandonó una exitosa carrera de investigador en Europa. Tenían 3 hijos, Sebastián (16), Iñaqui (6) y Ainara, una bebita de sólo 8 meses.
Galia Díaz ingresó en 1996 a la división de Cultura del Ministerio de Educación y en 2003, junto con la creación del Consejo, se trasladó a vivir a Valparaíso, donde trabajó en la oficina central.
Según algunos de sus colegas, Galia había sido despedida de sus funciones cuando regresó de su posnatal, situación que no se habría concretado debido a su fuero. Por esa razón habría sido trasladada hasta la oficina regional.
Esta información fue descartada por el ministro Cruz-Coke, quien aclaró que el cambio se debió a las capacidades de Díaz.
"Ella fue convocada porque a nivel regional había un problema que ella podía solucionar", sentenció.