En San Fernando, Sexta Región, vecinos se cansaron de marearse con el tufito verdoso de gallos y gallinas que la estaban pasando del uno con la plantación que su dueño les había hecho en alguna parte de su propiedad.
Por eso, tras una extensa investigación y hartos chivatazos, la Brigada de Investigación Criminal de la PDI llegó a casa del susodicho en calle Porvenir, de la comuna, para descubrir de dónde sacaban los gallardos tanta de la buena.
En el lugar encontraron nada menos que 51 matitas de la verde en pleno crecimiento, arribita del hogar de los plumíferos, y a ellos haciendo huevos verdes.
El vecino las escondía en el techo del gallinero aprovechando lo fuerte que pega el caregallo en esta época. Las plantitas regalonas iban desde el medio metro hasta el metro y medio y alcanzaba para 800 dosis, que de haber sido comercializadas, gallinero con jacuzzi y cunas de oro para los huevos podrían haberse regalado los animalitos con el palo 600 que se llevarían al bolsillo.
Ahora la poli está detrás del compadre, quien al cachar que andaban a su siga dejó a los pollos botados con la culpa y se fue volando hacia rumbos desconocidos.
"Esto fue una denuncia anónima. Llegamos hasta el lugar donde se ubicaban las plantas y el propietario no se encontraba, pero trabajamos intensamente porque está plenamente identificado", confesó al diario pop el subprefecto de la Bicrim de San Fernando, Sergio Muñoz.