La expresión forma parte del Diccionario de Americanismos. Experto explica que el castellano del nuevo continente tiene sus propios matices.
¡Acabo de mundo! Eso gritaron los más celosos del lenguaje en nuestro país, cuando la Real Academia Española (RAE) señaló, a través de un Twitter, que la expresión chilena "ganarse" (gánate acá) como sinónimo de ubicarse, estaba dentro del diccionario de americanismos usado en Chile.
El organismo respondió a la irónica consulta de un usuario de la red respecto del uso de la palabra y de inmediato se encendió la polémica en los medios de comunicación, los hogares y las oficinas.
El organismo se llevó desde compuestos reclamos hasta insultos por la ocurrencia. Sin embargo, es la misma cuenta @RAEinforma que especifica que "El «Diccionario de americanismos» registra los siguientes usos chilenos de «ganarse»: 'llegarse, acercarse a un sitio' y 'situarse, encontrarse en un lugar'".
¿Qué significa? El profesor universitario, escritor y periodista, Héctor Velis-Meza, explicó a La Cuarta que la controvertida expresión no fue aceptada en el diccionario oficial de la RAE. "La verdad es que esta palabra está dentro del Diccionario de Americanismos hace ya un tiempo".
Agregó que "los diccionarios tienen la tarea de explicar lo que significan las palabras, no emiten juicios de opinión. Eso es lo primero que hay que entender".
Lo segundo es que desde el 2010 la Academia distingue dos castellanos: el que se habla en España y el de América, donde hay tantos matices como países. El Diccionario de Americanismos recoge estas diferencias y las explica, manifestó Velis-Meza.
"Por ejemplo, hace un tiempo hubo un juicio donde una persona alegó que se le llamó "gueón", allí se debió recurrir a este segundo diccionario para saber si se trató o no de un insulto", aclaró el profe.
También esclareció que hay vocablos que son aceptadas por la RAE en el diccionario oficial, pero distingue que éstas se usan en un contexto informal, como hociconerar. "El problema es que las personas no leen lo que está entre paréntesis. Imagine si en una reunión formal un gerente reclama por el condoro de un empleado. No corresponde aunque ya haya sido aceptada", explicó.
El camino del poto
El periodista, que ha escrito varios libros acerca de los chilenismos, contó a La Cuarta que los diccionarios tienen la obligación de actualizarse porque deben recoger las nuevas expresiones. "La edición de la Rae del 2002 tenía 83 mil palabras y la del 2014, 93 mil".
Manifestó que los dichos postulan a ser reconocidos tras un uso masivo y a veces "obtener esta especie de carta de ciudadanía es súper difícil. Esto fue lo que le ocurrió a la palabra poto que, a pesar de ser muy usada en Chile, Argentina, Perú y Bolivia, demoró 20 ó 30 años en ser reconocida e incorporada al diccionario oficial... ¿la explicación de la RAE? Existía la expresión culo", remató el experto.