A las 5:39 de la mañana el ingeniero comercial salió en libertad condicional, protegido con mascarilla y gorro.
A las 5.39 de la madrugada del jueves, cerca de 40 minutos después de finalizado el toque de queda, Rafael Garay Pita (44) abandonó el Anexo Penitenciario Capitán Yáber en la capital.
El ingeniero comercial salió de la cárcel, luego de estar tras las rejas durante un año y 7 meses, con todas sus pertenencias en una caja plástica y con un gorro que lo protegía del frío y una mascarilla que lo cubría del coronavirus.
Garay salió en libertad condicional y bajo fianza, luego que la Corte Suprema le otorgara el beneficio el 14 de mayo, en votación dividida, tras ser condenado el 18 de octubre de 2018 a 7 años de presidio por el delito de estafas reiteradas, contra al menos 36 personas, a las que les robó poco más de 1.800 millones de pesos a través de su empresa piramidal Think & Co.
La resolución de la Corte, estableció sobre el condenado que "no refiere antecedentes categóricos que orienten sobre factores de riesgo de reincidencia del amparado, que impidan reconocer su posibilidad de reinsertarse a la sociedad al momento de postular a la libertad condicional, conforme expresa el Decreto Ley N° 321", además del contexto respecto a la medida de liberar presos por delitos no violentos, con tal de descongestionar las cárceles ante la pandemia del coronavirus.
Al abandonar el penal, el ingeniero señaló que no iba a dar declaraciones a la prensa e inmediatamente se subió a un auto que lo llevaría a su domicilio.
"Él salió siendo una persona distinta, con muchas intenciones de retomar su vida familiar y de no inmiscuirse en ninguna situación que pueda complicarle lo que implica cumplir el saldo de su condena por que él no ha salido en libertad definitiva", dijo su abogada Linda Catalán a Radio Biobío.
Mentiras
Conocido en televisión por sus expertís económica, Rafael Garay fue además candidato a senador. El economista remeció al país en 2016 cuando señaló que sufría de un cáncer terminal. Todo era falso.
Garay viajó a Francia para tratarse el supuesto cáncer y desapareció del mapa, manteniéndose en la clandestinidad, mientras un montón de personas que lo acusaban de haberle entregado sus ahorros para inversiones, lo buscaban por cielo, mar y tierra. Fue perseguido por la justicia debido a varios delitos económicos y solo a finales del 2016 fue laceado en un operativo que involucró a la Interpol y ala PDI en Rumania.
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