La tarde del jueves una brasileña radicada en Puerto Natales dejó la mansaca, porque dijo que había una bomba en el vuelo 283 de Latam que había despegado hace 20 minutos de Santiago con dirección a Punta Arenas.
Laira Cubo Iglesias tiene 29 años y lleva dos viviendo en la sureña ciudad junto a su marido y se dedican al turismo, por eso la mujer viaja regularmente a EE.UU, Perú y Brasil.
El atado es que la imputada toma remedios para controlar problemas siquiátricos y justo no se había medicado cuando abordó el avión, y por eso habría dejado la señora del zorro.
La jefa de servicio de abordo, Carolina Jara, contó a la policía que Laira iba en el asiento "38 C" y que se paró para ir al baño delantero, pero se habría puesto a jugar con la manilla de la puerta y una azafata le preguntó qué le pasaba. Ahí la brasileña le dijo que había una bomba en el avión. Luego ella misma fue a ver qué onda y la mujer le contó que la bomba estaba en el estanque de combustible, por eso Jara le avisó al capitán quien decidió volver.
CERO ACERCAMIENTO
A Laira se la acusó de infringir el código aeronáutico y mientras dure la investigación no podrá acercarse a las oficinas ni aviones de Latan y sólo podrá salir del país con permiso del tribunal. Al salir Laira no dijo ni pío.