Garoto Edmundo pedalea por Sudamérica para ser como Coelho

El mecánico brasileño Edmundo Do Santos (35) tiene unas piernas de fierro, más calugas que el Pato Laguna y casi la misma resistencia del tatita Willy, de 104 pepones.

Y todo gracias al completo ejercicio que le entrega rodar por las pistas de Sudamérica a bordo de su cleta.

El garoto se subió al sillín hace dos años y medio y no tiene para cuándo bajarse. Ya levantó la rueda en toda Sudamérica y para los próximos 15 años espera recorrer todo el orbe, sólo acompañado de su fiel pistera y el tongua de Michelín.

El sacrificio se verá reflejado en un libro al estilo "Paulo Coelho", que regalará a todos los que le tendieron la mano en su camino.

OTTOS

Su pasión por la carretera comenzó en 2005 en su natal Aracajú, cuando vio pasar por su casa un grupo de ottos que querían recorrer todo el mundo en cleta.

Desde ese momento el deseo de viajar le hizo tilín. Pescó la bici y partió con lo puesto a conocer el mundo.

Aunque los cacos lo dejaron calato dos veces, ahora tiene el apoyo de la hermandad motoquera internacional.

Cada vez que llega a un país, un grupo de rudos le entrega casa, comida y carrete.

Apenas llegó a Chile, Edmundo recibió el cálido abrazo del "Club Gurkhas", que lo recibió con un mambo de pisco, vino y cerveza.

"He conocido a más de dos mil grupos de motos en Sudamérica, pero en ninguno me habían tratado tan bien. En mi libro escribiré del copete chileno", dice.

- ¿Para cuándo estará el texto?

- Apenas termine mi travesía, pero el prólogo ya está escrito. Quiero entregar un mensaje de libertad y amor al prójimo.

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